Descubre con nosotras la belleza de la Sierra de la Culebra, entorno natural acompañado de pueblos con encanto en el hábitat natural del lobo ibérico
Puente de la Almudena en Madrid y, como suele pasar en esta época del año, la mayoría de los madrileños nos dirigimos a la Sierra a disfrutar de turismo rural. Nosotras habíamos elegido la bonita zona de la Sierra de la Culebra, en Zamora. Algún mes atrás habíamos sabido de sus famosos lobos ibéricos. Pensamos que hacer algún avistamiento de esta especie salvaje, a la vez que conocíamos los pueblecitos zamoranos, podría ser un tándem perfecto para esta escapadita. 😉
No en vano, la Sierra de la Culebra, es en el lugar de toda España donde se concentra el mayor número de camadas de lobo ibérico.
El Remesal, un alojamiento idóneo para disfrutar de la Sierra de la Culebra
Para buscar un alojamiento, nos pusimos en contacto con Lobisome Naturaleza, empresa con la que habíamos contactado para que nos hiciera de guía en la actividad de avistamiento del lobo ibérico. Nos recomendaron El Remesal, en Villardeciervos, una pequeña villa del ayuntamiento de Manzanal de Arriba situada al noroeste de Zamora perfecta para buscar alojamiento en la Sierra de la Culebra. 😉
Y en cuanto al alojamiento Remesal, contra pronóstico, nos encontramos con un cuidado y reformado recinto que hacía las veces de cafetería, restaurante, hostal y, porqué no, centro social de la villa. El precio estaba muy bien, 50 €/noche en habitación doble con desayuno incluido.
Totalemente recomendable si vais por la zona a disfrutar del entorno, vais a estar genial! 😉
Como ese día habíamos llegado tarde, tan sólo pudimos instalarnos y disfrutar de la generosa y sabrosa cocina del restaurante de El Remesal mientras saboreábamos los deliciosos vinos de la zona denominación Vino de Toro. 😉 Os podemos decir que ya se encuentra entre nuestros vinos favoritos, y por lo que nos dijo la camarera, el de mucha gente lugareña… 😉
La escapada había comenzado muy pero que muy bien!! 🙂
Primer intento de ver el lobo ibérico en la Sierra de la Culebra
Al día siguiente, a las 7 AM, puntuales como un reloj suizo, Marta y Carlos, de Lobisome Naturaleza, estaban en la puerta de nuestro alojamiento. Habían venido a recogernos para realizar la actividad de avistamiento de lobo ibérico que teníamos contratada.
A esas horas, estaba cayendo alguna llovizna pero, aún así, decidimos ir al punto de avistamiento del lobo ibérico por si el tiempo mejoraba. Entre comentarios jocosos y lecciones magistrales de fauna y flora autóctona por parte de nuestro guía Carlos, se hicieron las 8 y pico de la mañana y el cielo estaba igual por no decir que peor. La niebla era cada vez más espesa y amenazante, por lo que decidimos abortar la operación y dejarla para el día siguiente que se esperaban cielos más despejados.
Nuestros guías no nos quisieron cobrar nada, es cierto que no habíamos salido del coche, pero pensábamos que como estaba contratada pues tampoco era culpa de ellos, pero nada de nada, ni un céntimo… A que son majos?? 😉
La lloviznita nos había chafado nuestra primera actividad, pero como somos un poco cabezonas, lejos de quedarnos en el hostal toda la mañana, decidimos recorrer los pueblecitos de la magnífica región de Manzanal de Arriba, en plena Sierra de la Culebra.
De ruta por los pueblecitos de la Sierra de la Culebra
Villardeciervos
Empezamos por el propio Villardeciervos, el cual tiene un monumento a este ibérico animal justo en el centro de la villa, para que quede bien claro de dónde le viene el nombre, jejeje.
Paseando por sus calles, pudimos comprobar porqué está declarado Conjunto Histórico Artístico. Sus calles y casas conforman un precioso conjunto urbano en el que la piedra, la mayoría de sillería, es la protagonista. Nos pareció un recorrido de lo más encantador, cada paso que dábamos nos relajaba un poquito más!
Santa Cruz de los Cuérragos
Nuestra siguiente parada sería Santa Cruz de los Cuérragos, pueblecito que se encontraba a escasa media hora en coche de Villardeciervos y de cuyo encanto nos habían echo eco los chicos de Lobisome Naturaleza.
Sin pensarlo dos veces nos montamos en nuestro Opel Meriva, un compañero de viaje muy especial del que hemos podido disfrutar gracias a la cesión de Opel para esta escapada! Mil gracias!!
Por el camino fuimos viendo más pueblecitos de la región, algunos de ellos practicamente deshabitados, pero todos con el mismo encanto de las construcciones de piedra de la zona…
Cional, Codesal, Sagallos (en este pueblecito hay un habitante de lo más peculiar que conserva ciertas costumbres algo salvajes para el día en el que vivimos…), Folgoso de la Carballeda, Pedroso de la Carballeda, Linarejos y, por fin, Santa Cruz de los Cuerrágos! 🙂
Al llegar, dejamos nuestro Opel Meriva en una explanada que hay a la entrada del pueblecito, la cual hace las veces de parking y desde donde parte la ruta de senderismo El Valle de los Infiernos, la cual hubiera sido de lo más interesante realizar de no haber sido porque estaba todo empapado… 🙁
Empezamos a recorrer las encantadoras y acogedoras calles a pie, aún continuaba cayendo una lloviznita fina, pero llevábamos las capuchas y no nos importaba, el ambiente mojado le daba un toque aún más otoñal! 🙂
Después de esta genial ruta, inmersas al 100% en el ámbito rural y ya bien entrada la tarde, regresamos a nuestro alojamiento para relajarnos con mantita, peli y sofá. Lo que quedaba de día lo dedicaríamos a contemplar cómo caía el agua por la ventana… Bendito otoño! 😉
En los días siguientes…
En nuestros planes para las siguientes jornadas estaban volver a intentar avistar al lobo ibérico; visitar otro rinconcito imprescindible de la Sierra de la Culebra, Rihonor de Castilla – Singular aldea cuyos vecinos son mitad españoles, mitad portugueses-; y, como no, subir hasta el entorno que rodea el precioso paraje del Lago de Sanabria. 😉