Viajar en tren mola y mucho. Y si es a destinazos como los que hay repartidos por el sur galo, mejor que mejor ¿Vienes?
Un buen día en la estación de trenes Barcelona Sants… “Atención señores viajeros, el próximo tren con destino, Nîmes, se encuentra estacionado en vía 3”. Cogemos el equipaje, control de billete, localización de asiento y ¡a soñar!
Por supuesto, quien dice Nîmes, dice cualquier ciudad francesa, por centrarnos en el país vecino. Las posibilidades de viajar en tren desde la capital condal al país galo son casi infinitas.
De todas formas, si aún no tienes claro qué ciudad visitar, o quieres saber si hay medios de transporte disponibles, no hay más que echar un ojo en Omio. A nosotras nos gusta mirar esa web para encontrar la mejor forma de llegar a cualquiera de las ciudades, entre las que, por supuestso, se encuentran estas cuatro bonitas e interesantes ciudades del Sur de Francia que te traemos hoy. ¿Nos acompañas? 🙂
Escapadas en tren desde Barcelona al Sur de Francia
Agde, perla negra
La piedra de basalto volcánico con la que está construida Agde es la “culpable” de ese tono oscuro tan peculiar y atractivo que la hace única en el Sur de Francia.
Agde, o Agathé Tyché (la Buena Fortuna) según los griegos, desprende ese encanto típico de los pueblos de pescadores. Una localidad con un pasado glorioso y espléndido gracias al comercio marítimo. Un hecho que, hoy día, se ve reflejado en el rico patrimonio arquitectónico de su casco antiguo. No hay más que ver el desfile de palacios para darse cuenta que aquí, en la perla negra mediterránea, el oro fluía a base de bien.
Y es que, estar situada en la confluencia del río Hérault, el Canal de Midi y el Mediterráneo, es lo que tiene. 😉
Tal es la relevancia de su puerto fluvial, que tanto su muelle del siglo XVIII como los amarres de basalto donde se amarraban los antiguos pesqueros, son monumentos protegidos…
Las justas náuticas que celebran los lugareños de Agde para mantener viva la tradición pesquera son todo un espectáculo. 🙂
¿Un imprescindible? Contemplar el reflejo de la catedral románica Saint-Etienne en las aguas del Hérault desde el muelle Commandant Révelle. Y si la ténue luz anaranjada de la noche lo ilumina todo, mejor que mejor. ¡Nivel 10 de romanticismo!
Carcasona, medieval
O Carcassonne, en francés. Da igual cómo la llames, pero es de esos lugares que tienes que visitar. Patrimonio Mundial por la UNESCO, su historia, el romanticismo que la envuelve y la fotogenia que esconden las piedras de esta ciudadela, te hará sentir ese no-se-qué tan suyo y especial.
En pleno Canal du Midi -el canal abierto a la navegación más antiguo del viejo continente-, las murallas de la mayor fortaleza medieval de Europa acogen a los viajeros ilusionadas por mostrarles sus callejuelas empedradas.
Unas calles en las que no faltan las tiendas de artesanía y productos locales o los refugios gastronómicos donde dar buena cuenta de la cocina gala -el restaurante La Table de la Bastide se sale, tanto por su cocina como por su atención y presentación-. De obligada cita es la intrigante Basílica de San Nazarío con sus terroríficas gárgolas, el señor Castillo y las puertas. Esos portones gigantes ante los que es imposible no quedarse embobado. Por favor, ¡no te vayas sin la fotaza a la Puerta del Aude! 😉
Caminar por Carcassonne es, literalmente, un viaje al pasado. Algo así como una gran escapada al medievo más auténtico donde, a poco que imagines, te conviertes en el protagonista de esa época tan añorable. Esa época tantas veces recreada, de valor y honor, de caballeros, reyes y conquistas a caballo.
Nîmes, romana
¡La pequeña Roma! Así se conoce popularmente a Nîmes.
Y no es para menos… Entre sus “joyitas” romanas están el dominante Anfiteatro de Les Arenes, el mejor conservado de toda Europa -¡sí, mejor incluso que el Coliseo!-; La Maison Carrée, un templo romano con más de dos mil años de antigüedad que luce divinamente; el Templo de Diana, visitable en Los Jardins de la Fontaine; los restos de la gran muralla romana que protegió la villa siglos atrás; y, por supuesto, el Acueducto de Pont du Gard (a 24 km de Nîmes), una macro obra romana de tres niveles en la que trabajaron 1000 personas durante 5 años. ¡Alucinante! 🙂
Pero no sólo de Roma vive Nîmes. Esta ciudad mediterránea sobresale por su centro histórico, con la Catedral basílica Notre-Dame-et-Saint-Castor, la Iglesia de Saint Paul y la Torre del Reloj, como niñas bonitas.
Por el desfile de plazas y fuentes, más de 20 bellezones arquitectónicos a cuál más original.
Por sus ferias, y si son de toros, mejor que mejor. Les apasionan. Y el flamenco. Un popurrí festivo, con aires andaluz y vasco, legado de aquellos años convulsos cuando el pueblo español emigró a tierras galas.
Por sus espectaculares Jardins de la Fontaine, el primer jardín público de Europa. Una maravilla de 15 hectáreas repleta de zonas verdes, escalinatas y ruinas romanas que parece no tener fin. No hay duda de que el ingeniero Jacques-Philippe Mareschal y el arquitecto Pierre Dardailhon, a quienes designó el proyecto el rey Luis XV, cumplieron su cometido. 🙂
Y, como no, por su gastronomía. Esa brandade de morue (brandada de bacalao) cocinada con mimo desde hace siglos o el estofado de rabo de toro (gardianne de taureau).
Por no hablar de sus mini pâtes (hojaldritos rellenos de pulpo, brandada, carne,…). De las ostras (baratitas y deliciosas) o de las mil y una variedades de quesos… Y para maridar todo, sus vinos, con exquisiteces de la talla de La Gabirnade, de la bodega Héraclès.
¡Visita el Mercado Les Halles y nos cuentas! 😉
Marsella, multicultural
Bañada por el turquesa de la Costa Azul, alza los brazos la vibrante Marsella, la puerta de entrada a la perfumada Provenza. Siempre viva, con cientos de cosas que hacer y sitios que descubrir. ¡Y con nada menos que 300 días de sol al año!
Segunda en tamaño después de París, Marsella ofrece un extraordinario Patrominio Arquitectónico y Cultural. Prueba irrefutable de la diversidad de pueblos que la han conquistado. Caminar su Viejo Puerto es lo más parecido a visitar un museo histórico al aire libre. 🙂
¿Una experiencia? Pasear por el, ahora de moda, barrio de Le Panier y comprobar que, su mala fama se queda sólo en eso, en fama. Génesis de la ciudad, fue de las pocas zonas marsellesas que sobrevivieron a los bombardeos alemanes en la II Segunda Guerra Mundial.
Unas viejas escalinatas llevan hasta un conjunto de callejuelas desiguales y fachadas envueltas en un halo de decadencia que sobreviven estoicamente el paso del tiempo. Una plaza, un rap improvisado, unos vecinos charlando animosamente en sus portales, otra plaza. Un barrio que, si bien lleva siglos siendo el patito feo, ahora está autodescubriendo todo su potencial. Gracias, en gran medida, a la constante peregrinación de nuevos jóvenes talentos.
Y como colofón, un paseo en barco por el Parque Nacional de Les Calanques, su preciado tesoro natural. Entre Marsella – Les Goudes y Cassis. Nada como una excursión por los impolutos acantilados costeros para admirar la fuerza de los fiordos cayendo en picado y para deleitarte con las pequeñas calitas de belleza pasmosa donde sólo hay paz y tranquilidad. ¿Te gusta el snorkel? ¡Aquí vas a disfrutar como si no hubiera un mañana! 🙂
Estos son “sólo” cuatro increíbles destinos que guarda el Sur de Francia. ¿Por cuál empezarías? 😉
Hola, me encantó el post! Me viene muy bien la información que publicaron. De cuánto tiempo hay que disponer para visitar los 4 destinos? Hay alguno de ellos en los que recomiendan pasar más tiempo o pasar la noche?
Desde ya muchas gracias y saludos!!
Hola Cecilia!
Nos alegra muchísimo que la info que hemos publicado te sea útil. 😀 Y con respecto a tu pregunta… Pues a ver, para visitar los 4 destinos bien, con una semana sería suficiente. En Marsella y Nimes sí recomendamos pasar al menos una noche, es decir, dedicarle dos días a cada uno. Agdes y la ciudad de Carcasonna se ven bien en un día y luego el otro que sobra de la semana pues lo que se pierde en ir de uno a otro destino. 🙂
Un abrazo y mil gracias por leernos!
Eli y Mar,
Hola llego a Barcelona el 5/11. Quiero ir a carcassone. En tren. Hay horarios todo el día? Me quiero alojar ahí. Que me recomiendan conocer.?
Hola María,
Muchísimas gracias por leernos. Sí, el 5 de noviembre hay varios trenes que llegan a Carcasonne desde Barcelona. Todos hacen escala en Narbonne. Sería Barcelona – Narbonne (unas dos horas) y luego Narbonne – Carcasonne (una media horita). Sobre qué visitar, pues todo. Desde el castillo a pasear tranquilamente por su caso viejo; Carcasonne es una ciudad preciosa y con mucho mucho encanto.
Sobre el alojamiento, si nos permites una recomendación, los apartamentos Cocooning están genial, muy bien de precios y en pleno casco histórico. 🙂 En este enlace puedes verlos y reservar.
¡Esperamos haberte ayudado!
Un abrazo,
Eli y Mar
Hola: Estarè con mi esposo en Barcelona desde el 11 al21 de agosto de 2019 y me gustaría tomar una excursión al sur de Francia. Que me pueden sugerir?
Hola Elba,
Pues las propias excursiones a las que hacemos referencia en el post son muy buenas opciones. Particularmente Nîmes y Marsella las conocemos muy bien. ¿No te atrae ninguna de éstas?
Un abrazo,
Eli y Mar
Hola! Me ha encantado este post, anotado todo para mi próxima visita a Barcelona! Al menos iré a Nimes, sin duda! 😍
Hola María Inés,
No sabes cómo nos alegra que te haya gustado. Las conexiones desde Barcelona al Sur de Francia en tren son muy buenas y la verdad es que Francia tiene unos pueblos muy muy bonitos. Nîmes te va a gustar muchísimo!
Un abrazo viajero,
Eli y Mar,