Aguas termales, pueblos encaramados, una vieja gloria, maldiciones... Nos vamos de escapada por algunos de los lugares más curiosos de Italia
Italia es tan fascinante y genuina que no importa las veces que la visites. Una, dos, veinte o mil. Siempre te quedará algo que conocer, lugares especiales que descubrir o sitios curiosos con lo que sorprenderte. Hoy te hablamos de cinco de estos últimos. ¡Vamos allá!
Lugares curiosos de Italia
Ostia Antica. Curiosidad histórica
A tan sólo 30 kilómetros de Roma, al ladito del aeropuerto de Fiumiccino, se encuentran las ruinas de Ostia Antica, la considerada ciudad romana más grande del mundo antiguo y, ¡atención!, el puerto comercial que abasteció y enriqueció, durante más de cinco siglos, la capital imperial. ¡Casi nada!
Antepasada de la actual Ostia -vacacional, ligona y playera-, su gloria y brillo se apagaron por los continuos saqueos sufridos tras la caída del imperio. La sedimentación y anegación del puerto que provocaban las corrientes del Río Tíber, tampoco ayudaron. Finalmente, fue abandonada. ¡Una pena! 🙁
2000 años después, sus restos lucen en un sorprendente buen estado de conservación. Edificios, tiendas, plazas, termas, baños, el Foro, el Teatro -utilizable hoy día-, insignias, mosaicos y hasta una taberna con parte de su barra “intacta”.
La belleza y grandiosidad de las excavaciones de Ostia Antica impresionan. Como está relativamente cerca del aeropuerto, si estás de ruta en coche, nuestro consejo es que comiences por ella o la dejes para el final.
10€ es el coste de la entrada normal, 6€ si tienes entre 18 y 25 años o eres profesor, y gratis para un buen grupo de colectivos o para todos si se va los primeros domingos de mes. En este enlace encontrarás más detalles sobre la fabulosa y curiosa Ostia Antica, así como los precios y horarios de visita. ¡Disfrútala!
Civita di Bagnoregio. Curiosidad efímera
Coincidirás con nosotras en el hecho de que Italia es una auténtica artistas en el arte de “fabricar” pueblos bonitos, con encanto y tremendamente seductores. Pues bien, hoy te presentamos Civita di Bagnoregio, una curiosa aldea medieval que cumple esas tres cualidades y, además, tiene una singularidad que la hace única. Los acantilados de la colina de toba donde está encaramada están ganando terreno por el implacable proceso de erosión. Una realidad que está provocando un irremediable estrechamiento de la base sobre la que se levanta este tranquilo enclave rural italiano, avocándolo a su completa desaparición. 🙁
Pero bueno, no nos pongamos trágicos. De momento, a este rinconcito de la provincia de Viterbo -región de Lacio- aún le queda mucho que ofrecer. Paz, tranquilidad, silencio, siestas vespertinas, auténticos sabores italianos, paseos sin rumbo por sus callejuelas, una de las más espectaculares puestas de sol,… En definitiva, un kit-kat del ajetreo de las grandes urbes con el aliciente de sentir la “cosilla” de estar “suspendido” en el aire en un lugar efímero, sí, ¡pero mágico! ¿Te apuntas?
¿Cómo llegar? La opción más cómoda es incluirlo en una ruta en coche por el interior de Italia. En las inmediaciones hay un aparcamiento de pago donde puedes dejar el coche. Un bus lanzadera te llevará hasta el inicio del puente para que así no tengas que subir a pie la considerable pendiente de la calle de subida.
Otra opción, claro está, es el transporte colectivo. Puedes tomar un tren hasta Orvieto o Viterbo y allí coger un bus de las Líneas COTRAL que te lleva, sin pérdida alguna, hasta este singular burgo etrusco.
Una vez hayas llegado, tan sólo deberás cruzar el puente de cemento armado que la separa de Bagnoregio -hay una tasa de 5€-.
Trullos. Curiosidad arquitectónica
O, dicho de otro modo, cómo las técnicas de ahorro de impuestos pueden llegar a ser Patrimonio de la Humanidad. Sí, los curiosos Trullos -en la región de La Puglia- son el resultado de ejecutar la orden del noble Guercio de Apulia quien, para evitar el pago a la Nápoles del virrey español -siglo XIV-, mandó construir viviendas de piedra en seco, sin utilizar argamasa -mortero-. Así parecerían inacabadas y se ahorraría unas cuantas monedas. ¡Qué listo!
También dicen, algunos historiadores, que su naturaleza radica en aquellos tiempos donde se prefería derribar y volver a construir las viviendas en lugar de repararlas. Puede que ambos motivos vayan de la mano.
Lo que sí es cierto es que esta peculiar arquitectura, de tejados cónicos y blanquísima e impoluta fachada es, hoy día, la principal seña de identidad de todo el Valle de Itria en general y de Alberobello, Capital de los Trullos, en particular.
Algunos tejados tienen, incluso, símbolos pintados en blanco. Una cruz, un corazón, símbolos planetarios, astronómicos,… ¡Son una monada!
Por supuesto, algunos de estos Trullos –trullis– se han habilitado como coquetos y románticos alojamientos. El Trulli D’Angiò es un buen ejemplo. 😉
Termas de Saturnia. Curiosidad gratuita
Y desde La Puglia nos vamos a la bella Toscana para sumergimos en las aguas termales de las Termas de Saturnia, uno de los baños naturales ¡y gratuitos! más impresionantes de la fascinante Italia.
Las Termas de Saturnia son una serie de piscinas escalonadas y cascadas donde las aguas sulfurosas -famosas por las propiedades medicinales que le aporta el plancton térmico- fluyen libremente a la vera del Molino de Saturnia a una temperatura constante de 37 grados de temperatura. El caudal del manantial de las termas es de unos 800 litros por segundo y tiene su origen en el riachuelo Gorello, el cual nace en el Monte Amiata, un volcán extinto hace años.
¡Ojo! No debes confundirlo con el resort de lujo que hay justo al lado. Nosotras nos referimos a las Cascate del Mulino di Saturnia, un lugar escondido entre la vegetación y creado de manera natural que permanece abierto las 24 horas del día, los 365 días del año e, insistimos, ¡es gratis! 🙂
Se ha llegado a decir de ellas que son uno de los mejores centros termales del mundo. No seremos nosotras quienes desmintamos esta afirmación. Lo que sí tenemos claro es que es un lugar diseñado para relajarse y desconectar. Lejos del ruido y envuelto en la serenidad que ofrece uno de los entornos naturales más increíbles de la campiña. 😉
La zona cuenta con bar y espacio de aparcamiento gratuito.
Colobraro. Curiosidad maldita
Si crees en maleficios o eres superticioso, sáltate esta curiosidad italiana… 😉
Y es que, Colobraro, una pequeña localidad de la provincia de Matera -situada entre la punta y el tacón de Italia- arrastra una terrible maldición desde principios del siglo XX.
Al parecer, desde que el pudiente abogado Biagio Virgilio exclamara “¡Si lo que digo es falso, que caiga este candelabro!” -y el candelabro se cayó….-, según sus vecinos, el pueblo quedó maldito. Sí, maldito. Cualquier desgracia que hayan sufrido -accidentes, pinchazo de rueda, deslizamientos de tierra, muertes inexplicables,….- se ha achacado a la maldición que envuelve a Colobraro. El halo de misterio es tal que muchos no quieren ni pronunciar su nombre por miedo a que les suceda algo terrible y, según relata ‘The Italian Tribune’, “la policía no multa a los conductores que aceleran por las carreteras de la localidad, por miedo a ser maldecidos”. 🙂
Con semejante lastre a las espaldas, te puedes imaginar lo que le ha costado a Colobraro levantar cabeza… Afortunadamente, estamos en otros tiempos y, ahora, esa maldición se ha transformado en una bendición pues atrae a un más que necesario turismo. Sobre todo, desde el verano de 2011, que es cuando tuvo lugar la primera edición del festival veraniego anual donde las máscaras, los amuletos y los cuentos de brujería, magia y hombres lobo son los verdaderos protagonistas.
Eso sí, si decides visitar “ese pueblo” es sólo y únicamente bajo tu responsabilidad… ¡Es broma! 😉
¿Y dónde están estos lugares? Aquí tienes un mapa con su localización exacta.