Imagina qué tendrá el vino cuando lo consagran... ¡Imagina! Hoy nos vamos de pinchos por Logroño
Lo hemos intentado. De verdad que sí. Pero no somos capaces de pensar en Logroño sin imaginarnos vinito en mano en la barra de alguno de sus tropecientos bares. Los de la archi mega súper famosa Calle Laurel. Sí, también sabemos que la Calle San Juan es un tesoro gastronómico pero aún la tenemos pendiente… 😉
Con esta última visita ya son tres veces las que hemos sucumbido a la tentación gastronómica de la capital riojana.
De ruta por nuestros mejores pinchos de Logroño
Siempre intentamos descubrir algún pinchito nuevo, por esto de ampliar horizontes, pero… ¿quieres saber cuál es nuestra ruta sagrada? 😛
Los champis de El Soriano
Para nosotras, los “champis” de El Soriano, son algo así como el chupinazo de inauguración. 😀 Un local pequeñito, sencillo que siempre está hasta arriba pero en el que, sorprendentemente, nunca hemos tardado más de cinco minutos en hincarle el diente a su deliciosísima torre de champichones.
¡Están buenísimos! En parte por la extraordinaria calidad del producto pero también estamos seguras que influye, ¡y de qué manera!, esa salsa “mágica”, secreto de la casa, con la que rocían el pinchito justo antes de servírtelo. Salivando en 3, 2, 1…
Piparras en el Bar Calderas
Tenemos adicción al Bar Calderas. Bueno, al bar y a su ración de torreznos sorianos (2’50€ la unidad) y piparras en tempura. Este lugar es uno de los más veteranos y auténticos de la capital riojana. Añejo, como el buen vino.
El Calderas es un bar acogedor, que no disimula su edad y donde se respira un buen rollo increíble. Además, es muy fácil entretenerse. Basta con leer alguno de los refranes populares que tapizan sus paredes. ¡Son geniales! 😀
El “bocatita de calamares” por 2€ es uno de sus buques insignia. De momento, no opinamos, pues aún no lo hemos probado. Aunque famosete es, y mucho. ¡Por algo será! 😉
Pa’ Cojonudos los del Donosti
En nuestra particular Senda de los elefantes no puede faltar el Cojonudo del bar Donosti. ¿Y qué lleva? ¡Atención! Choricito, huevo de codorniz y pimiento. Así, ligerito ligerito.
¿Te haces una idea del origen de su nombre? 😉
De éste no tenemos foto porque se nos olvidó pero prometemos incluir una prontito, jejeje.
Tío Agus, el pincho moruno del bar Lorenzo
Teniendo en cuenta que a Eli le flipan estos pedacitos de carne dispuestos en hilera y unidos por un palito… ¿Cómo resistirse al señor Tío Agus del Bar Lorenzo? Así es, el pincho moruno, aquí, tiene nombre propio.
¿Y qué lo hace tan especial? Pues que a esos cuatro trocitos de carne abrazados en un bollo de pan los acompaña la salsa secreta de Quique, la salsa “abuela damiana”. 😉
Alguna vez hemos intentado averiguar qué lleva, pero nada, ¡imposible! Si tú lo consigues… ¿nos lo dirás?
Matrimonio del Blanco y Negro
Un “matrimonio“, clásico y bienavenido, de los que duran toda la vida. Así son los bocaditos de placer del Blanco y Negro. El bollito está recién horneado, por lo que imagina lo tierno que está. Y la combinación boquerón+anchoa+pimiento… ¡lo borda!
Y es que, claro, con una experiencia superior a los 100 años… ¡cómo para no! Sí, más de un siglo. El Blanco y Negro abrió sus puertas ¡a finales del siglo XIX! 😮
Y para maridar semejantes obras de arte en miniatura, tú decides. Los mejores vinos made in La Rioja o unas cañitas bien tirás. ¡Qué aproveche!
Bonus extra
Que no te apetece ir de pinchos -o ya estuviste- y te pirra el marisco… ¡tenemos la solución! ¡Marisquería La lonja! A 5 minutillos de la Calle Laurel. Dos días pasamos en Logroño en nuestra última visita y dos veces fuimos a cenar allí. 😛
¿Qué pedimos? Percebes, navajas, gambas, ostras -2’50€ la unidad- pimientos de padrón, tosta de sardina ahumada, botella de ribeiro de la casa -riquísimo por 7€- mejillones a la plancha -una de sus especialidades- y su postre del abuelo a base de queso, miel y nueces -de caerse la baba-.
Y amables son ¡un rato! Por algo tienen una puntuación de 4’5 en TripAdvisor… Pruébalo y nos cuentas. 😉
Y para ti, ¿cuál es el mejor de los mejores pinchos de Logroño?
¡Ooooh, La Rioja! Toda mi vida veraneando allí y, como tenemos casa en Los Cameros, también escapadas el resto del año. ¡¡¡¡Región maravillosa!!!! Un beso