Nos vamos de senderismo por el Parque Natural del Cañón del Río Lobos, un lugar de extraordinaria belleza a caballo entre Soria y Burgos
Una de las principales ventajas de pertenecer a la blogosfera viajera es descubrir rincones increíbles de nuestro planeta. Cierto es que la mayor parte de las veces te topas con lugares de los que ya habías oído hablar anteriormente, sin embargo, alguna que otra vez, te sorprendes con la imagen de un lugar realmente especial, rincones que están más cerca de lo que cabría imaginar y que muy dificilmente hubiéramos descubierto de no ser por esa cuenta de Twitter, Facebook o Instagram…
Ese fue el caso del Parque Natural del Cañón del Río Lobos, un espectacular paraje de Soria que conocimos gracias a @quiquealien (una pena que la cuenta ya no siga activa…).
Hace casi dos años que supimos de su existencia pero nunca llegaba el momento de visitarlo (y eso que está a poco más de dos horas). Por fin, el pasado finde nos hicimos amigas de este caballero de la geología.
El Parque Natural del Cañón del Río Lobos es un espectacular cañón de enormes paredes verticales de piedra caliza formado por la paciente e intensa erosión del Río Lobos.
Un espacio natural a caballo entre Soria y Burgos que ofrece un atractivo conjunto de rutas de senderismo para el regocijo de dos amantes de la naturaleza como nosotras. 🙂
Alojamiento en Ucero
La soriana localidad de Ucero es una de las principales puertas de acceso al Cañón del Río Lobos y, por ende, el lugar perfecto para buscar un alojamiento durante tu escapada soriana. Particularmente nosotras nos alojamos en la Posada Los Templarios, un encantador y cálido hotel rural con restaurante que conserva el diseño original de muros de piedra y techos de madera. Además, cuentan con un bonito spa ideal para relajarse después de una buena caminata. 😉
Nos adentramos en el Cañón del Río Lobos
De entre la multitud de opciones que existen para disfrutar del entorno del cañón, la de mayor belleza y atractivo es la conocida como Senda del Río ó PRSOBU65. La Senda del Río es una ruta de senderismo de 24 km de longitud que une la soriana localidad de Ucero con el burgalés municipio de Hontoria del Pinar.
Comenzamos en la Casa del Parque…
Aunque ya nos habíamos informado previamente, lo primero que hicimos fue dirigirnos al Centro de Interpretación ó Casa del Parque – apenas a 1 km de Ucero -, para que nos dieran más detalles de la ruta.
Este punto de información, pionero en Castilla y León, está situado en un antiguo molino tradicional de Ucero y alberga una exposición del patrimonio cultural y natural del Parque Natural (se puede acceder con el ticket del aparcamiento).
Si bien el técnico no tenía muchas ganas de entretenerse, sí que obtuvimos alguna información adicional que nos vino de perlas, como por ejemplo la info de los aparcamientos disponibles…
Comenzando la ruta desde Ucero, hay 3 parkings disponibles. Para las distancias hemos tomado como referencia la ermita de San Bartolomé, uno de los principales puntos de interés de la senda.
- Parking Engómez (P1). Es gratuito y dista 3’3 km de la ermita.
- Parking Cueva Fría (P2). Es de pago y dista 2’3 km (aprox.) de la ermita. Realmente no se puede aparcar, es sólo donde está el control, sólo si el P3 se llena, se permite dejar el coche aquí (aunque sí que vimos algún que otro coche, la verdad…). El precio es el mismo que si subes hasta el P3, por lo que no entendemos muy bien porqué la gente se queda en él… 🙂
- Parking Valdecea (P3). Es de pago y dista 1 km de la ermita. Es el más amplio de todos y es la opción que eligen la mayoría de turistas, máxime si van con niños…
En cuanto a los precios: 2 € las motos, 4 € los turismos, 5 € las autocaravanas y 10 € los autobuses.
Cierto es que puede resultar tentador pagar por acceder con el coche hasta el P3, pero creerme cuando os digo que no es en absoluto necesario, los 2’3 km que distan el P1 del P3 transcurren por un tramo de carretera asfaltado y llano que no supone ningún esfuerzo, tardamos poco más de media hora y porque nos entretuvimos haciendo fotos…
Además, de esta forma, se disfruta mucho más de los paisajes que ofrece el Parque Natural. 🙂
Dejamos el asfalto y nos adentramos en el bosque…
El tramo desde el aparcamiento de Valdecea (P3) hasta la ermita es de tan sólo 1 km y transcurre entre las sombras de una zona boscosa donde chopos, pinos y sabinas conviven en armonía con enebros, salvias y nenúfares.
Un agradable y cómodo recorrido al que a veces se asomaba el cauce del Río Lobos con su abundante caudal, en pleno apogeo por las intensas lluvias de las últimas semanas. 🙂
A nosotras, ese día, además del río, nos acompañaba toda una legión de niños y familias que iban de excursión a la ermita, una desafortunada casualidad que mermaba en gran parte la tranquilidad de la naturaleza pero que sin duda afianzaba el interés general por la belleza del entorno. 🙂
Llegamos a la ermita…
El camino entre árboles finalizó dando paso a un amplio espacio abierto que presidía la popular Ermita de San Bartolomé.
Todo un símbolo religioso del S. XIII que en su día parece que formó parte del Monasterio Templario de San Juan de Otero, aunque no está del todo demostrado.
Teníamos pensado entrar (1€), pero estaba repletita con toda la gente de la excursión familiar/escolar y preferimos dejarlo para otra ocasión. Según se dice en la página oficial de turismo de Soria, el interior de la ermita alberga la cruz templaria y la estrella de Sión, constatando, por si había alguna duda, su pertenencia a la Orden de los Caballeros del Temple.
Desde la parte frontal de la ermita se puede acceder a la zona del cañón denominada “El Balconcillo”, un área que en la Edad del Bronce servía de campamento estacional a los grupos de cazadores y ganaderos que practicaban no sólo la agricultura sino también la recolección.
Hoy día, El Balconcillo hace las veces de excelente mirador del Parque Natural, obteniéndose unas impresionantes y vertiginosas panorámicas del Cañón del Río Lobos.
Y de las alturas, nos vamos a las profundidades… Además de la ermita, en este mismo espacio abierto, el Cañón del Río Lobos esconde otro importante tesoro, las Cuevas de San Bartolomé. Dos cavidades subterráneas de diferente tamaño y muy próximas entre sí – Cueva Mayor y Cueva Menor – que conservan trazados rupestres de la Edad de Bronce.
Accedimos a las grutas para intentar diferenciar alguno de sus trazados pero tan sólo conseguimos ver dibujos y mensajes serigrafiados por algún que otro visitante que quiso dejar su huella… 🙁
Último tramo del camino…
Tras nuestro breve episodio de espeleología, emprendimos nuevamente la marcha para recorrer el último tramo de la Senda del Río que se podía realizar.
Poco más de 1 km de longitud que nos habían recomendado realizar por concentrar algunas de las vistas más espectaculares del Cañón del Río Lobos. 🙂
Las recomendaciones no podían ser más acertadas. Las paredes del cañón nos presentaban sus caras más peculiares y singulares, proporcionándonos verdadero juego a la imaginación…
Una de las particularidades que más nos gustó de este cañón fue la continua presencia de fauna autóctona. Era muy común contemplar ejemplares de buitres u otros tipos de aves haciendo alarde de su envergadura mientras surcaban el cielo a lo largo y ancho del cañón… ¡Una verdadera gozada! 🙂
Como si de nuestro propio cumpleaños se tratara, la senda nos iba regalando sorpresitas en forma de singulares rincones. Uno de los que más curiosidad nos despertó fue El Colmenar de los Frailes, un lugar donde los frailes de antaño recolectaban la miel en colmenas de la comunidad templaria, unos recipientes fabricados con los troncos huecos de los árboles y que se alineaban en los resaltes rocosos del cañón.
Y así, entre repetidas miradas al cielo e interesantes sorpresas, llegamos al final de nuestra ruta. El abundante caudal del Río Lobos cruzaba el camino y resultaba imposible avanzar.
En meses de verano, en los que el río baja practicamente seco, sí que es posible atravesar el cauce para seguir disfrutando de la belleza del Parque Natural, un camino que entre otros enclaves, lleva al punto conocido como El Puente de los 7 ojos, zona donde comienza la provincia de Burgos.
Como apunte, al Puente de los 7 ojos también se puede ir con el coche desde el cercano municipio de San Leonardo de Yagüe (fue lo que hicimos nosotras 😉 ).
Y llegado a este punto, tocaba deshacer los pasos andados. Unos pasos que nos habían transportado a través de un entorno único y realmente singular a los que tan acostumbradas nos tiene la naturaleza y que demuestra, una vez más, que el deleite puede estar ¡¡muy cerquita de casa!! 😉
Uno de mis rincones favoritos de Castilla y León. Merece la pena hacer una escapada
Gracias por revivir nuestra ruta por el Cañon que hicimos el pasado Octubre…
La verdad es que nuestra tierra esconde tesoros maravillosos como éste.
¿Sabes cómo lo conocí yo? Gracias a un programa que daban en Cuatro que se llamaba “A vista de pájaro”
Me gusta mucho tu blog!
Un saludo!!
🙂
Haaaala!! Sois sorianos??
A nosotras nos ha fascinado esta tierra, sabíamos que tenía encanto pero no tanto!! Y además, con lo que nos gustan las setas!! En fin, hay que volver sí o sí!
La verdad es que es curioso como se conocen los rincones a veces, jejeje. Pero bueno, supongo que ahí reside parte de la magia! 🙂
Un besazo enorme y a pasar un estupendo fiiiiinde largo! Muaaaak! 😉
Hola sería muy interesante y os aconsejo una ruta desde El Burgo de Osma conocer el pueblo de Caracena y también el Cañón que hay entre Caracena y Tarancueña, ver las encinas milenarias de Valderroman y disfrutar del yacimiento arqueológico de Tiermes.
Hoooola Saturio!!
Muchísimas gracias por tus recomendaciones! Hemos estado buscando algo más de info y los lugares que comentas tienen una pintaza estupenda! Y nosotras que pensábamos que ya conocíamos toda Soria… Está claro que tenemos que volver!! Nuevamente mil gracias!
Un abrazote!
Eli