Escapada a Collioure, tierra de Templarios, encantador enclave del Sur de Francia, ideal para realizar turismo o para relajarse en sus tranquilas y cálidas playas ...
Collioure es un pequeño pueblo situado al sur de la costa Francesa, perteneciente a la comarca de Rosellón y que se encuentra a escasos 200 kilómetros de Barcelona. Se tardan unas dos horas aproximadamente en llegar desde esta ciudad de Cataluña por lo que si te encuentras por estas tierras, es ideal para hacer una viajecito de un día o para un fin de semana de relax… 🙂
Este municipio, hermanado con nuestra provincia de Soria, es célebre desde la época de los Reyes de Mallorca. Grandes pintores de la época lo inmortalizaron, entre ellos, los franceses Henri Matisse y André Derain.
Sus monumentos más importantes son el Castillo Real de Collioure -del año 673- y la iglesia Nuestra Señora de los Ángeles, pero también tenemos el fuerte de Saint Elme, la Capilla de San Vicente y el Convento de los Dominicos.
Como apasionada de la historia, no me pude resistir a investigar un poquito en los acontecimientos históricos que tan famoso han hecho a este valuarte defensivo… 🙂
Entre la infinitud de información que encontré me llamó la atención la vinculación del Castillo de Collioure con la famosa leyenda del tesoro de los Templarios…
Tanto Collioure como su castillo pasaron por manos de los Condes de Rosellón y los reyes de Aragón. Este pequeño pueblo costero sufrió numerosas ocupaciones a lo largo de los años a causa de las muchas cruzadas religiosas, como los Caballeros Templarios, allá por el año 1207. Es de aquí de donde provien la tan conocida leyenda.
Se dice que el tesoro descansa en el fondo del Mar Mediterráneo y que es vigilado por un horrible ser y que todo el que se ha aventurado en su búsqueda ¡nunca ha vuelto! La leyenda apareció por primera vez en el siglo XIV ¿Realidad o ficción…? No lo sé, pero ya se sabe que dónde nace una leyenda… es porque hubo algo de verdad. 😉
Más tarde se unió al reino de Mallorca y después fue dominado por los Habsburgo de España, los cuáles reforzaron las defensas del castillo a causa de los avances de la artillería de la época. Es en el año 1659, tras el Tratado de los Pirineos, cuando el Real Castillo pasa a dominación francesa. 😉
Mucho tiempo después, en 1939, el castillo se convierte en prisión para los refugiados y militares republicanos de la Guerra Civil Española y dos años después para presos del régimen de Vichy. 🙁
Como último dato curioso, en su cementerio descansan los restos del poeta Antonio Machado. Exiliado, llegó enfermo y tan sólo vivió un mes. Sus restos fueron enterrados junto a los de su madre -quien falleció tres días después- en un nicho cedido por una lugareña.
Pero, además de historia, ¿Qué caracteriza a Collioure? Pues tratándose de un pueblecito francés… no podía faltar la gastronomía. 😉
Collioure ofrece una rica y variada cultura gastronómica, famosas son sus anchoas o sus vinos “AOC”, algo así como sus vinos con Denominación de Origen. Su cocina es una mezcla de la española con tintes de la tradición catalana y del mediterráneo.
Historia, belleza paisajística, arte entre fogones… Un cocktail perfecto que convierte a Collioure en un sitio ideal para relajarse dando un ligero paseo a pie de playa después de haber disfrutado en uno de sus numerosos restaurantes y mientras nos imaginamos aquellos espléndidos barcos llegados de tierras lejanas al puerto, en busca de aquel tesoro del que mucho se ha escrito pero nada se sabe…
Por supuesto, con una buena compañía, siempre es mejor, aunque no sea un Templario… ¡Hasta la próxima! 🙂
