Nos adentramos en el alma de Finlandia, una relajante ruta en raquetas de nieve por los bellos bosques finlandeses. ¿Nos acompañas?
Si algo caracteriza al país de los mil lagos son sus amplias zonas de bosques y lagos. Casi tres cuartas partes de Finlandia son frondosos bosques de los que se puede disfrutar durante todo el año. Cada estación aporta un deleite y entretenimiento distinto pero todos son igualmente reconfortantes y relajantes.
En los bosques finlandeses reina el silencio, la tranquilidad y una omnipresente paz. Una atmósfera que proporciona a los finlandeses verdaderos oasis naturales donde cobijarse y aislarse de las premuras y el ajetreo de las ciudades.
Nosotras estábamos ansiosas por experimentar la magia del bosque finlandés y nos hacía verdadera ilusión adentrarnos en el Alma de Finlandia, por lo que no dudamos en contactar con la empresa de turismo Lapland Safaris y contratar su actividad Silencio Blanco y Raquetas de Nieve. Nuestra amiga Cristina, del blog Los Viajes de Wircky, nos había hablado muy bien de ellos y de lo profesionales que eran sus guías. 🙂
La excursión de raquetas de nieve en Rovaniemi duraba tres horas. 180 minutos para disfrutar del silencio blanco invernal de Laponia Finlandesa y, ya de paso, hacer un poquito de ejercicio. ¡La combinación perfecta! ¿El precio? 79€ por persona. 😉
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Raquetas de nieve en Rovaniemi
La actividad comenzaba a las 14:30 y había que estar en sus oficinas una media hora antes para apuntarse en la lista y verificar que todo está correcto y, sobre todo, ¡¡para equiparse muy muy bien!!
No te preocupes si no has traído todo los complementos de invierno a Laponia, Lapland Safaris te proveé de todo el material necesario para que no pases ni gotica de frío: Mono térmico, botas, calcetines, manoplas, bufanda y gorro; si vas a coger una moto de nieve, también pasamontañas y casco! Además, si vas a hacer más actividades con ellos el resto de los días, te puedes llevar el mono a casa y así ¡todo es más ágil!
Equipadas de pies a cabeza salimos para coger el bus que nos llevaría al punto donde comenzaba nuestra excursión. Apenas 10 minutos hacia el Norte de Rovaniemi.
Hola naturaleza finlandesa!
En un abrir y cerrar de ojos habíamos llegado. Los chicos de Lapland Safaris ya tenían enfiladitas todas las raquetas de nieve, por lo que tras las claras instrucciones de Hanne -nuestra guía-, nos calzamos nuestros zapatitos ¡para pasear por la nieve!
¿A que molan? 🙂
Ya estábamos preparadas para recorrer los blancos lienzos de Laponia Finlandesa. 🙂
Empezamos a caminar con la mirada perpleja por toda la belleza paisajística que teníamos antes nosotras. Blanco, blanco y más blanco, para dos enamoradas de la nieve como nosotras, el escenario en el que nos encontrábamos era una absoluta gozada. ¡Un paraíso invernal! 🙂
Abetos, pinos y abedules vestían sus mejores galas de invierno. Un elegante manto blanco cubría árboles y arbustos desde su base hasta la hojita más pequeña, a veces incluso, parecía que las ramas les brotaran directamente de nieve …
Jamás habíamos visto algo tan bonito… ¡Estábamos fascinadas! 🙂
Bien es cierto que antes de esta escapadita teníamos bastante conciencia de la espectacularidad de los bosques finlandeses, pero, créenos si te decimos, que no es para nada comparable con la sensación de disfrutarlos en primera persona…
Estábamos en la remota Laponia Finlandesa, rodeadas de un profundo silencio que tan sólo se interrumpía con el crujir de la nieve a nuestro paso… Todo estaba en calma, en equilibrio, se respiraba armonía y paz, mucha paz…
Aprovechábamos los momentos en los que nos deteníamos para inmortalizar toda la grandeza que teníamos ante nosotras o, por lo menos, intentarlo, jejeje.
Sentíamos que formábamos parte del entorno, éramos dos minúsculas personitas en comparación con la inmensidad de nuetro alrededor, pero no nos sentíamos sólas, ni perdidas, sino todo lo contrario, completamente cobijadas y protegidas.
Hanne nos decía que tan sólo es necesario estar 20 minutos en el bosque finlandés para conseguir relajarse y eliminar el estrés, ¡y no podemos estar más de acuerdo! Era fácil evadirse y olvidarse de todo. Nada importaba en ese momento, sólo que estábamos en un lugar privilegiado y remoto de Laponia Finlandesa…
¡¡Estábamos en la más absoluta gloria!!
Uno de los momentos más especiales fue cuando llegó el atardecer, a las 15:15 horas… 🙂
La débil luz solar decía adiós mientras se reflejaba en la espesa niebla, un fenómeno que coloreaba el horizonte de un pálido color rosado que dulcificaba el frío azul de los árboles y nos dejaba escenas de belleza insuperable.
Y es que la luz del frío invierno de estas latitudes es realmente increíble, de ahí nuestro querer ir una y otra vez a estos destinos árticos. ¡Nos encantan! En ese momento nos vino a la mente otra escena similar del país vecino, durante nuestra escapada a Laponia Sueca y Kiruna… 😉
A pesar de que estábamos rodeadas de nieve, la sensación térmica era muy agradable. El cielo estaba cubierto por una espesa niebla y eso hacía que la temperatura no descendiera mucho más allá de los 8 o 9 grados bajo cero -¡nada si los comparamos con los -38 del primer día!-.
Además, al estar en continuo movimiento, había ratitos en los que incluso sentíamos algo de calor…
Momento aperitivo
Habían pasado casi dos horas cuando llegó el momento “snack”. Los chicos de Lapland Safaris nos llevaron hasta una cabaña de madera típica del pueblo Lapplish. Un refugio donde tenían preparado un fuego para calentarnos y para que pudiéramos cocinar las tradicionales ¡¡salchichas finesas!!
Uno a uno, nos fueron dando nuestro vasito con zumo calentito y nuestro palito con una salchicha pinchada en la punta. 🙂
Hanne nos dijo que el truco está en aproximar la salchicha por el lateral, por el lado donde está el ascua, ya que si se aproxima mucho a la llama se quema y no está igual de rica.
Inicialmente todos empezamos bien, pero al final cada uno se apañaba como podía, jejeje. 😉
Fue un momento muy divertido la verdad, y, si algo comprobamos, es que a los japoneses les pirran las salchichas. Prácticamente todos repitieron, hubo incluso alguno que ¡se comió tres! 🙂
Por cierto, a mí también me gustó mucho, quedó crujiente por fuera y muy jugosa por dentro. 😉
De vuelta al inicio…
Tras esta pausa, salimos nuevamente al exterior para continuar nuestra ruta hasta el punto de inicio -la ruta es circular-. Quedaba un tramito de unos 20 ó 25 minutitos y como ya era de noche, Hanne nos dio unas linternas para colocárnoslas en las cabecitas y alumbrar mejor el camino.
Nuevamente en el bus que nos llevaría de vuelta a las oficinas de Lapland Safaris, rememorábamos en las fotos, la fabulosa tarde que habíamos pasado, envueltas en la inmensa magia y belleza blanca de los bosques finlandeses. ¡¡Gracias!!
Te dejamos este vídeo que resume nuestra experiencia recorriendo el Alma de Finlandia.