Tres kilómetros de belleza natural a través de la ruta del Trabuquete para llegar a una de las más bonitas Piscinas Naturales de La Vera, el Charco del Trabuquete
La ruta de senderismo del Trabuquete es una de las muchas delicias naturales de las que puedes disfrutar en la extremeña Comarca de La Vera. Bañada por la Garganta Jaranda, la ruta completa une la coqueta localidad de Guijo de Santa Bárbara con Portillo de Jaranda y son unos 12 km (4 ó 5 horas) de dificultad media/alta.
En verano, la Garganta Jaranda honra a esta ruta con verdes y frondosos paisajes montañosos salpicados por refrescantes charcos que hacen las veces de piscinas naturales donde lo ideal es darse un apetecible chapuzón mientras te empapas con la belleza del entorno.
Uno de estos charcos, y sin duda alguna el más famoso, es el Charco del Trabuquete“. Concurrido destino de locales y turistas en los meses estivales más calurosos donde la gente incluso se lleva sus neveritas, sombrillas y todo los abalorios playeros que puedas imaginar, jejeje.
Está algo lejillos, unos 3’5 km (a paso lento, hora y cuarto) desde la mencionada Guijo de Santa Bárbara, pero el sendero, aunque pedregoso, apenas presenta dificultad. Los últimos 10 minutos son los que requieren algo más de esfuerzo por la ligera pendiente que presenta. Lo que sí te aconsejamos es que no lo recorras a las horas de mayor virulencia del sol y que lleves calzado de senderismo, las chanclas pueden provocarte alguna incómoda torcedura de tobillo. 😉
Nosotras ese día nos habíamos levantado con ganas de estirar un poco las piernas, por lo que si bien la ruta del Trabuquete completa nos pareció demasiado, la horita hasta el Charco del Trabuquete nos venía como anillo al dedo.
Disfrutando de la ruta del Trabuquete
En apenas 20 minutos estábamos entrando en Guijo de Santa Bárbara, un pueblecito de lo más tranquilo y en el que se respiraba cada rincón del paraje natural en el que se encontraba.
Tras preguntar (y ya de paso comprar alguna bolsita de Pimentón de La Vera) en Casa Alonso, la tienda de productos artesanales más importante del pueblecito,
llegamos hasta la plaza central, donde una clara señal nos indicaba el comienzo de la ruta.
Pronto apareció ante nosotras el estrecho sendero de arena y piedras que nos conduciría a través de la extensa Sierra de La Vera. En ese momento nos alegramos sobremanera de llevar calzado adecuado, no me quiero ni imaginar ir por estos lares con sandalias de dedo…
Por el camino nos íbamos encontrando con más senderistas que iban a toda prisa, nosotras nos lo tomábamos con calma, queríamos disfrutar del idílico entorno que teníamos ante nuestros ojos. 🙂
Tras aproximadamente media hora de rutita llegamos al primer hito del camino, el Puente de Los Tocinos (el nombre, cuanto menos, nos pareció curioso…) 🙂
Nos detuvimos unos instantes, el paisaje nos recordaba a las tirolesas montañas de Heidi y Pedro y resultaba imposible no fotografiar semejante escena. Además hacía un día fabuloso, completamente soleado, lo que le confería una belleza completamente bucólica…
Bajo el puente, un charquito de agua cristalina dejaba ver los cantos rodados con las formas caprichosas que el torrente de las invernales aguas de la Garganta Jaranda les quiere proporcionar.
Alguna de ellas parecían almejas de Carril gigantes, jijijiji. Puede que nos estuviera entrando algo de hambre… 🙂
Continuamos nuestra marcha unos 10 minutos más hasta llegar al segundo hito importante, el Puente Cicuta. En total, en la ruta del Trabuquete completa de 12 km hay unos 9 puentes.
Aunque éste también presentaba su charco correspondiente, no nos entretuvimos casi nada, queríamos llegar ya a nuestro destino. 😉
El paisaje que dejábamos atrás era de postal, las paredes de las montañas cayendo sobre la Garganta con el hermoso valle de La Vera de fondo…
Inspirar, expirar,… Estábamos respirando el aire puro de la naturaleza de Extremadura!!
Unos metros más adelante nos encontramos con una pequeña puerta de hierro que debíamos atravesar. Estaba cerrada con un candado, pero se podía saltar por uno de sus laterales ¡sin complicación alguna! 😉
Apenas nos quedaban 10 minutos para el final, una leve pendiente salía a nuestro encuentro, ya estaba casi hecho…
Y por fin, ahí estaba, el famoso Charco del Trabuquete.
A un lado y a otro, las rocosas paredes que rodeaban esta flamante Piscina Natural, estaban salpicadas de bañistas que habían venido a este hermoso lugar a pasar el día. Algunos dentro del agua, otros fuera comiendo o intentando saltar,… Daba igual, lo importante es que estaban la mar de relajados y ¡disfrutando a tope!
Bajamos prudentemente por las rocas para hacernos con nuestro particular rincón, estábamos deseando zambullirnos en las cristalinas y refrescantes aguas de la Garganta Jaranda. 🙂
El agua estaba fresquita pero no tanto como en alguna otra Piscina Natural que habíamos estado. Aquí el agüita estaba más tranquila y eso le permitía coger más temperatura. ¡¡Estábamos literalmente en la gloria!! 🙂
Mientras chapoteábamos en las diferentes cavidades del charco, entendimos perfectamente porqué era uno de los destinos más deseados de la zona y más venerado de la zona, la belleza de semejante paraje hacía que el tiempo se detuviera …
¿Nos damos un bañito? 😉
Alojamiento en La Vera
Cualquier pueblecito de la región extremeña de La Vera es perfecto para establecer el centro de operaciones. En Robledillo de Gata están, por ejemplo, los Apartamentos Rurales La Solana; en su vecina Jarandilla de La Vera, destacan el apartamento Casa+Jardín – con un delicioso espacio exterior – o la casa San Pascual Bailón – con piscina. En nuestro caso, durante la escapadita verata, nos alojamos en la localidad de Losar de la Vera, en una de las preciosas habitaciones de la Casa Rural La Covacha; regentado por una familia que mima y cuida cada detalle. ¡Estuvimos en la gloria!