Te descubrimos San Martín de Trevejo. Sus calles empedradas, sus peculiares arquitecturas, sus boigas y tabernas, ... Un acogedor escenario en plena Sierra de Gata
San Martín de Trevejo es un municipio de la provincia de Cáceres (Extremadura). Situado en la Sierra de Gata, entre Las Hurdes y la frontera portuguesa y a los pies del monte Jálama, linda al norte con la provincia de Salamanca, al sur con Villamiel, al este con Acebo y al oeste con Valverde del Fresno.
En cuanto a su origen, lo poco que se sabe de San Martín de Trevejo es que no pudo ser fundada antes del siglo IV. Se supone que el nombre le viene de San Martín, un santo que vivió en ese siglo. El nombre anterior por el que se le conocía es San Martín de los Vinos y, a partir del año 1230 aproximadamente, pasó a llamarse San Martín de Trevejo. Fue antigua capital de Corregimiento de Jálama y sede del Comendador de la Orden de San Juan de Jerusalén.
Dada la buena conservación de su arquitectura, San Martín de Trevejo recibió el galardón de Conjunto Histórico Artístico. 😀
San Martín de Trevejo
Una vez ubicada en el mapa y conocido el posible origen de su nombre, pasamos a conocerla. 😉
Nada más entrar en San Martín de Trevejo decidimos dejar el coche aparcadito. La villa es pequeñita y como mejor se disfruta es ¡a pie!
Paseando sus calles descubrimos construcciones típicas de la villa que se componen de fachadas con muros de piedra en la parte inferior y una o dos alturas en la parte superior.
Algo muy característico de San Martín de Trevejo son los tozones. En numerosas casas, la fachadas sobresalen hacia la calle y éstas son sostenidas por vigas de madera en cuyos bordes (tozones) podemos encontrar labrados con rostros humanos.
Seguimos descubriendo el encanto de San Martín, nos gustan mucho sus fachadas. Piedra entrelazada hábilmente con madera siguiendo diferentes simetrías. Algunos vecinos incluso las engalanan con mucho mimo colocando multitud de macetas de verdes muy vivos, … dan ganas de comprarse una casita, jejeje.
En nuestro paseo, un riachuelo nos acompaña en todo momento. Son las aguas cristalinas proveniente del Jálama (Xálama, en Árabe significa pecho hermoso). 🙂
A nuestro encuentro sale la cuidada Iglesia de San Martín de Tours, que, junto con el Monasterio de San Miguel, compone el principal conjunto religioso de la villa.
Tras algo más de media hora perdiéndonos y encontrándonos por sus sombreadas y empedradas callejuelas, llegamos a la Plaza Mayor. Una concurrida zona en periodo estival en la que por encima de todo destaca su Torre Campanario.
En esta céntrica plaza se ubica el ayuntamiento y la mayoría de los bares del lugar, todo un acierto haberla encontrado, ya nos iba apetenciendo una cañita… 😉
Mientras disfrutamos de las refrescantes bebidas observamos como unos niños juegan en mitad de la placeta alrededor de un pilón ajenos a su antigüedad, data del año 1888.
Un abuelito que estaba justo detrás nuestro le pide un vino al camarero, pero nos sorprende que no lo hace en castellano, por lo que movidas por la curiosidad, le preguntamos qué lengua era.
¿Curioso verdad? El mañego nos pareció una mezcla entre gallego y portugués, algo que no nos sorprende en absoluto dada la cercanía fronteriza con ambas tierras.
Decidimos continuar con el recorrido, pero apenas 200 metros de la Plaza Mayor nos llama la atención una tradicional Boiga (taberna – vinateria) que nos encandila con música galleguiña. La Boiga du vin nos hace parar nuevamente y disfrutar de su magia en una de sus bajitas mesinas de madera…
¿Qué tal si probamos la sabrosísima y extremeña cerveza artesana Cerex? 😉
Una deliciosa forma de finalizar la visita a este interesante y curioso pueblo de Cáceres.
Como colofón y para los enamorados de la naturaleza, existen varias rutas de senderismo con las que se puede disfrutar plenamente de esta espléndida zona de la Sierra de Gata.
Destacamos la ruta a seguir desde San Martín de Trevejo a Villamiel, algo más de 3 kilómetros comenzando en la Plaza Mayor, y la ruta de San Martín de Trevejo a Puerto de Santa Clara, de más de 4 kilómetros.
Alojamiento en San Martín de Trevejo
Y para pasar la noche tenemos varias casas rurales situadas en San Martín, Villamiel y Trevejo. Elegimos Casa Antolina, en San Martín de Trevejo, muy céntrica y acogedora.
El ambiente fue muy agradable y el trato recibido… Excelente. ¡Qué más se puede pedir! ¡Volveremos!
Y muy cerquita…
Como complemento y como no podía ser de otra forma en tierras de batallas y conquistas, os recomendamos visitar la cercana aldea de Trevejo declarada de Interés Turístico y su Castillo del S. XV que, aunque bastante derruido en la actualidad, fue un icono defensivo musulmán de gran relevancia en la época.
En las inmediaciones del Castillo de San Juan Bautista nos llamaron la atención unas tumbas antropomorfas excavadas en las rocas. Según algunos historiadores pertenecen a la época medieval, en cambio para otros, a tiempos prehistóricos. Como puedes ver, su estado de conservación es bastante bueno.





















