Recorre sus calles y su barrio de origen árabe, prueba su gastronomía particular, sus licores, sube hasta las ruinas del Castillo y admira desde lo alto a esta pequeña villa, grande por su riqueza histórica y cultural.
La localidad de Chiva está situada en la falda de la Loma del Castillo, en su relieve accidentado nos encontramos con los Barrancos de Chiva, pertenecientes a la Rambla del Poyo, junto con el Barranco el Grande y el Cueva Morica, el de Ballesteros, Sechara y la Hoz y con el nacimiento de multitud de fuentes como la de Marjano, Enebro, Umbría, los Conejos o Vista Alegre.
La sierra de Chiva forma parte de la Sierra de los Bosques, desde agosto de 2010, tiene la declaración de Paraje Natural Municipal, el más grande de la Comunidad Valenciana, sus montes más admirados son, La Cazoleta, El Monte Gordo, La Sierra de los Ajos, El pico de las Yerbas, La Nevera, entre otros.
Chiva cuenta con un gran conjunto artístico turístico, allí se han encontrado restos de la Edad de los Metales, de la época Ibérica y de la Romana.
A destacar los restos del Castillo musulmán del que sólo se conserva parte de la muralla y diversas torres, junto a él, la Ermita, dedicada a la Patrona la Virgen del Castillo, están situados a 371 metros de altitud y debo reconocer que no fue fácil llegar, hacía un calor sofocante y no está permitido ir en coche. Existen dos formas de subir, una más larga a través del campo, yo preferí subir por la más fácil, un camino asfaltado de gran pendiente y haciendo zig zag, puesto que es más directa y por el campo no existía ninguna indicación salvo la de la gente del pueblo, que para un despiste como yo es insuficiente.
Obligatorio pasear por el Barrio de Bechinos, de origen árabe, está formado por calles estrechas y sinuosas, algunas de ellas con gran pendiente y donde aún se conservan las típicas casas tradicionales de dos plantas con huertas traseras. En el barrio nos encontramos con la Torreta, antigua torre que según algunas versiones es de origen visigodo y otras, data de entre los siglos XI al XIII, declarada Bien de Interés cultural y Monumento en el año 1999. Gracias a su total restauración actualmente se destina a actividades culturales.
Recomiendo lo primero hacer una visita al ayuntamiento, allí me dieron un plano y me explicaron dónde estaban todos los lugares de interés y como llegar a ellos.
En el casco antiguo se encuentra la Iglesia Arciprestal de San Juan Bautista del siglo XVIII y la fuente de los 21 caños, uno de los símbolos de Chiva junto a ella está la Balsa de los Patos que antiguamente formaba parte de un molino.
Ya a las afueras, Chiva dispone de numerosos parajes naturales, ideal para excursionistas, podemos destacar La Alhóndiga, La Umbría o el Caballo Sánchez dónde existen vestigios de un poblado íbero y de importantes fuentes naturales.
Aunque si lo que buscáis es diversión, una de las mejores épocas para visitar Chiva, a pesar del calor, es entre finales de agosto y principios de septiembre, cuando se celebran una de sus fiestas más célebres, El Torico de la cuerda o Torico de Chiva y las Fiestas Patronales en honor a la Virgen del Castillo, donde se pueden disfrutar de sus Verbenas, Ofrenda de Flores, Cabalgatas, Disfraces y Procesiones.
La fiesta comienza el 15 de agosto, día dedicado a la Madre de Dios de Agosto y a San Roque, el 16, la fiesta se le dedica a los Clavarios de San Roque (los Clavarios eran quienes organizaban todos los festejos hasta el año 1965, cuando se crea la peña Taurina). Ese día, después de una misa tiene lugar el Pasacalle y el reparto del Rollo de San Roque (dulce típico).
Ya el 17 es cuando comienzan las tradicionales carreras del Torico. Los mejores corredores conducen al toro con una cuerda, la cual está atada a la testuz del animal por una badana de cuero para protegerle la cabeza. Los corredores guían al toro por las calles de Chiva haciendo diversas paradas para descansar hasta llegar a su destino, donde se les ofrece a los mozos vino de la zona, pastas y licores típicos.
Se realizan dos carreras diarias los días 17, 18 y 19 de agosto con dos o tres toros cada una de ellas, por si un toro se cansa, ya tienen otro toro preparado para salir.
En Chiva el toro es el protagonista y se le tiene un gran respeto, por eso y al contrario que en otros lugares, no se le sacrifica, acabadas las carreras se le devuelve al monte.
Y nada mejor para continuar la fiesta por la noche que ir a I Love Valentina, un local impresionante de tres plantas en el que, a pie de calle montan un escenario con música y una gran terraza en la planta primera con asientos y mesas para descansar de tanto bailoteo!
Allí tuve la suerte de conocer a un grupo de chivanos estupendos, pasé una noche de los más divertida y animada, por supuesto no podían dejar que una madrileña se fuera sin probar la Cazalla, un tipo de licor bastante fuerte, muy típico de esta zona, poco recuerdo después de aquello…..
Fueron dos días intensos de dormir poco y disfrutar mucho, siempre digo que la compañía es lo mejor, así que desde aquí agradezco a los chivanos su hospitalidad, y gracias mi gran amiga Arancha por ese fin de semana inolvidable!!!