¿A quién no le apetece una buena pinta de cerveza británica? ¡Pues venga! que hoy nos vamos de birras por los pubs más antiguos de Londres
Si hay algo que nos fascina de Londres, además de sus museos, sus monumentos, su noria, su Big Ben, sus cabinas rojas, sus edificios, su Guardia Real,… -¡vale, ya paramos!- es la oferta de pubs que tiene. Todos con ese estilo inglés tan solemne y ostentoso. Tan acogedor y agradable. Con sus moquetas, su omnipresente madera, sus labrados y su facilidad para que fluya una buena conversación. Los hay que acaban de abrir sus puertas pero también aquellos que llevan sirviendo pintas desde hace siglos.
¿Te imaginas tomarte una pinta en el mismo bar que frecuentaba Churchill? ¿O estar en el mismo salón donde Dickens compusiera el argumento de algunas de sus novelas? ¿Te haría ilusión estar sentado junto a la chimenea que en su día calentara al mismísimo Shakespeare? Nosotras sí, nos lo imaginábamos y nos hacía ilusión. Es más, nos parecía un planazo. Así que nos propusimos visitar y tomar el pulso a los pubs más antiguos de Londres. Los más legendarios e históricos.
Aunque nos esforzamos, no nos dio la vida para conocerlos todos… ¡pero volveremos para continuar! 😉 ¿A quién le apetece una pinta con historia?
Los 10 pubs más antiguos de Londres
The Prospect of Whitby (1520)
¿De 1520? Sí, exacto. La primera referencia que se tiene de este pub es de hace 500 años. ¡Casi nada! Y ahí está, en la rivera del Támesis, en el mismo lugar donde siglos atrás bebían sus pintas los pescadores, navegantes y fabricantes de barcos. Su nombre original fue “The Pelican” y, hasta que cambiara el nombre por el definitivo The Prospect of Whitby, también se conocía como The Devil’s Tavern -la taberna del diablo- por la cantidad de vándalos, contrabandistas y piratas que lo frecuentaban. La de cosas que habrán visto y oído sus paredes…
Tan antiguo es que a Inglaterra le ha dado tiempo a tener 22 monarcas. Desde el polémico Enrique VIII (1509-1547) hasta la actual Isabel II. 🙂
Un pub legendario, con barriles, pilares de madera, un pequeño salón con fotografías de algunos de los personajes más notables que han comido aquí -como Frank Sinatra, Muhammed Ali, Richard Burton, Kirk Douglas o Paul Newman- y un Secret Riverside Garden -jardín secreto en la ribera del río- con unas preciosas vistas del Támesis en la parte de atrás. Vamos, de esos lugares donde podrías pasar horas -que se lo digan a Charles Dicken, jejeje-. Sin duda, ¡un im-pres-cin-di-ble!
Eso sí, de cara a pedirte algo, obvia los platos tipo tapa o entrantes tipo patatas fritas o aros de cebolla. Están un poco subiditos de precio y, en nuestra opinión, no merecen la pena. Mejor pide platos principales –fish and chips, por ejemplo-. No es que sean especialmente baratos, pero tienen una relación calidad precio realmente buena. 😉 El personal es eficaz sin derroche de sonrisas. £8.84, dos pintas.
The George Inn (1542)
Nuestro favorito. Está situado en la zona de Southbank, muy cerquita de Borough Market, The Shard o London Bridge y, según parece, Shakespeare se dejaba ver por aquí. En su día, The George Inn -cuyo nombre proviene de la leyenda de San Jorge y el dragón-, fue posada –Inn– para diligencias, siendo la única que aún se conserva de toda la ciudad. A pesar de que data de 1542, tuvo que ser reconstruido en 1676 por los importantes daños sufridos tras el Gran Incendio de Londres.
Su patio exterior, con balconadas de madera de las que cuelgan macetas, mesas y bancos grandes, suelo adoquinado y estufas -o sombrillas, según la estación- es una absoluta gozada. Y su interior, amplio, con varios pisos y estancias, sillones de piel, paredes forradas de caoba oscura, suelos que hablan y decoración de las britanias clásicas por todos lados, te sumerge en la Londres del siglo XVI más auténtica. Máxime si consigues hacerte con algunos de sus acogedores rincones, con estufita y paredes de piedra que dejan entrever tablones de madera con siglos de vida. ¿Te hemos dicho ya que es nuestro preferido? 😉
Una vez pillamos mesa -complicadillo en horas clave por lo concurrido que está- perdimos la noción del tiempo. Nos sentíamos muy bien. Nos reconfortaba estar ahí. Además, el personal es muy majete y sirven rápido. Nosotras probamos aquí nuestro primer fish and chips y nos supo de rechupete. £14.40, dos pintas.
Como curiosidad, Charles Dicken hace referencia a este lugar en su novela Little Dorrit.
Ye Olde Mitre (1548)
Poco o nada ha cambiado del Ye Olde Mitre que Shakespeare mencionara en Ricardo II y Ricardo III.
La atmósfera es absolutamente la misma que entonces. Cruzar las puertas de este pequeño local supone un maravilloso viaje al pasado. A la Londres de hace 500 años. Moqueta en el suelo, jarras de porcelana colgando de las vigas de madera del techo, botellines vacíos de cerveza decorando repisas y estanterías, un pequeño espejo, ostentosas cortinas, una pequeña barra, alguna vidriera, una chimenea que calienta los fríos días de invierno, auténtica comida y bebida inglesa y una estructura mantenida desde la época de los Tudor. Lo que viene siendo ¡un tesoro londinense!
Frecuentado por un público un tanto elitista, aquí no escucharás una palabra más alta que otra o música a todo gas. Ye Olde Mitre es sinónimo de clase, elegancia y un exquisito saber estar. El lugar perfecto para disfrutar de una pinta relajada acompañada de una buena conversación.
The Mayflower (1550)
The Mayflower es el más antiguo de la rivera del Támesis. Está situado en la orilla opuesta a The Prospect of Whitby y es muy popular entre los londinenses y los turistas porque ofrece la posibilidad de ver el lugar exacto donde se amarró el barco Mayflower instantes antes de que una tripulación de ingleses partiera hacia las Américas, hacia el New World.
Desde 1550, el local ha cambiado de imagen, nombre y dueño varias veces, adquiriendo su nombre definitivo -no hace falta explicar de dónde viene- en 1957.
Es un local de reducidas dimensiones, muy acogedor, coqueto, con motivos náuticos en techo y paredes, bancos de madera eclesiásticos, velas ambientado sus mesas y una plataforma de madera en la parte de atrás con una de las mejores vistas del Támesis.
Un lugar escondido con una magia muy muy especial donde saborear la mejor cerveza británica. 🙂
Como curiosidad, el capitán del barco The Mayflower está enterrado en una tumba sin nombre en el cementerio de la Iglesia de la Virgen Santa María, a tan solo un minuto andando de este pub.
The Spaniards Inn (1585)
Situado al Norte de Londres, The Spaniards Inn -La posada de los españoles-, ofrece una atmósfera de auténtico pub rural. De hecho, una de las teorías que apoya la naturaleza de su nombre es que, en su día, fue la casa de un embajador español.
Su interior es cálido y acogedor, con grandes vigas de madera, luz ténue y paneles oscuros. Pero, sin duda, la sorpresa la protagoniza su jardín trasero. ¡Una chulada! Con árboles, plantas por todos lados y grandes mesas y bancos de madera. El escritor Keats escribió Oda a Nightingale en este espléndido rincón. Eso sí, si vas en verano, mejor reserva antes porque el espacio libre se acaba muy pronto. 😉
Un lugar con una gran historia detrás que aparece mencionado en The Pickwick Papers de Dickens y en Drácula de Bram Stockers.
Como curiosidad, The Spaniards Inn es dog-friendly por lo que no te sorprendas si ves a estos simpáticos animalitos merodeando por el local mientras su dueñ@ se toma una pinta. El pub tiene bowls de agua repartidos por el suelo, galletas para perros y hasta un baño para ellos en el aparcamiento. ¿Viajas con tu amigo fiel? ¡Éste es tu sitio!
Tiene los precios un poco subiditos pero merece la pena.
The Anchor Bankside (1616)
Al contrario que el resto de pubs de este listado, los cuales encontramos tras bucear en Internet, The Anchor Bankside lo descubrimos hace años, mientras paseábamos por Southwark. Su amplísima fachada algo envejecida de ladrillo marrón oscuro, con el ancla dorada como icono y sus ventanales y puertas pintadas de rojo chillón, llamó nuestra atención y pensamos “este pub tiene que molar y mucho”. Luego vimos el letrero que decía Built in 1615 -construído en 1615- y terminamos de convencernos. 😉
The Anchor Bankside es uno de los lugares más carismáticos de Londres. Sus estancias se han ido ampliando en estos 400 años hasta ocupar el mega edificio que es ahora sin perder un ápice del encanto que tanto le caracteriza. Un comedor con fabulosas vistas al Támesis, un laberinto de pequeñas habitaciones con antiguas chimeneas de ladrillo, vigas de roble, madera parlanchina en el suelo y un balcón en el piso superior. Y en el exterior, una súper terraza abarrotada en días de sol y buenas temperaturas. ¡Un lujazo!
Los precios, como era de esperar, son algo caretes por el turismo que atrae dada su excepcional ubicación y su historia pero, a nosotras, nos mereció la pena.
The Lamb & Flag (1635)
Aunque no fue hasta 1883 cuando recibió el nombre de The Lamb & Flag, este espacio obtuvo su primera licencia para servir comida mucho antes, en 1635 concretamente. Situado en el animado barrio de Covent Garden, esta reliquia londinense ocupa un edificio de los Tudor -sí, sí, los mismos que gobernaron Inglaterra entre 1485 y 1603-. 🙂
A diferencia de otros pubs legendarios, The Lamb & Flag no disimula su vejez. Hasta el aire que se respira resulta algo rancio, como si fuese exactamente el mismo que entró a este anciano local la primera vez que abrió sus puertas. Aún así, este espacio reducido y bastante lúgubre, con paredes tapizadas de papel, alguna estantería desnivelada, banderitas británicas, cuadros enmarcados sin aparente criterio y antiguas jarras metálicas colgando del techo, ¡tiene su aquel!
Cierto es que no fue en el que más cómodas estuvimos pero sí nos pareció interesante y, sobre todo, muy auténtico. Dickens se pasaba horas aquí. Así que hicimos parón en la ruta y nos tomamos un par de pintas en la barra aprovechando que tenían un generoso abanico de serpentinas. £10.20, dos pintas.
Ye Olde Cheshire Cheese (1667)
¡Otro de los míticos, míticos pubs londinenses! Reconstruido en 1667 tras el Gran Fuego de Londres de 1666, este antiguo local situado en pleno centro de Londres, y que en su día fue posada de carmelitas, ha visto beberse sus buenas pintas a figuras como Mark Twain, Alfred Tennyson, Dickens -¡cómo no!- y Sir Arthur Conan Doyle -el autor del audaz personaje de ficción Sherlock Holmes-.
Un laberinto de acogedoras salas con forma de caverna, decoradas como antaño y con un cautivador aspecto sombrío, sótanos abovedados del siglo XIII, salas vestidas con grandes tablones de madera, techos convexos y el fuego de una chimenea para calentar los días más gélidos del invierno.
Ye Olde Cheshire Cheese es un lugar fascinante y muy atractivo que te traslada al pasado nada más cruzar el umbral. Un lugar donde degustar las más típica cerveza británica y ¡atención! su propia cerveza artesanal.
The Red Lion (1733)
Muy muy cerquita del mediático número 10 de Downing Street, The Red Lion lleva siendo testigo del placentero “momento birra” de algunos de los personajes más poderosos de la política inglesa desde 1733. Churchill, entre ellos.
Una fachada de un distinguido color negro adornada con vistosas jardineras esconde su elegante interior. Madera en el suelo, escayola en el techo, pesados sofás, sillas y taburetes de madera tapizados en piel, una gran lámpara de araña colgando del techo, cristales con minuciosos grabados en puertas y ventanas, un reluciente reposa pies dorado en la parte baja de la barra,… Sin ninguna duda ¡una verdadera joya de la época victoriana!
Un rinconcito de lo más estiloso con precios bastante ajustados en contra de lo que, a priori, podría parecer. La tradicional Beef and Ale pie británica les sale exquisita.
The Britannia (1842)
Apenas a cincuenta metros de Kensington High Street, se ubica este otro mítico pub de Londres, The Britannia, el cual perteneció, en su día, a la Britannia Brewery.
Abierto en 1842, The Britannia ha sabido conservar su atmósfera tradicional y su esencia a lo largo de todos estos años ofreciendo, como a los dueños les gusta decir, una cara amiga y familiar a sus clientes.
Su decoración es elegante, con sillones de piel y paneles de madera. Verde oliva en la planta baja, azulón en el piso superior -en consonancia con la fachada-, y una escalera de caracol para comunicar ambas alturas.
Un lugar con personalidad propia donde disfrutar de buena cerveza.
Y para que los tengas todos bien ubicados, te compartimos el mapa con la localización exacta. Cheers!
¡Me ha encantado encontrar esta info! La de pintas que habré tomado en el Ye Olde Cheshire Cheese sin saber que era tan legendario…. ¡Y pasado delante del Anchor! la verdad es que fotografiarlo lo he fotografiado mil veces, porque su emplazamiento es precioso… pero nunca entré. Sabiendo que es histórico seguro que la próxima vez no me lo pierdo. Me lo guardo porque me va a hacer falta conocer estos pubs antiguos de Londres. Un saludo.
Ains…Me tenía que haber leído este post hace unas semanas antes! Me han gustado todos y no he visitado ninguno en nuestra última escapada a Londres 🙁
Y en uno ha comido mi querido Kirk Douglas…Con lo friki que soy yo, y lo fan también, iré seguro la próxima vez.
Tienen todos una pinta muy acogedora, con esos sillones que invitan a quedarse leyendo.
¡Genial recopilación chicas!
Hacía tiempo que no leia un post tan interesante, que maravilla de recopilación chicos, me ha encantado. Tomo nota de todos y cada uno de ellos, o sea me guardo vuestro post en favoritos porque cuando vaya me encantaría conocer alguno de ellos. El Ye Olde Cheshire, por nombrar uno me ha encantado, aunque el listón está muy alto. ¡Bravo!