El Peñón de Ifach, las Salinas, sus calas blancas y transparentes, las ruinas medievales y romanas. Un millón de cosas que ver en Calpe y no lo sabías.
No soy una persona nostálgica, pero en ocasiones me asalta un deseo irrefrenable de regresar a algún lugar de mi infancia. Sin duda alguna, son sitios con los que establecí unos vínculos muy fuertes y por los que siento un gran cariño.
Así, unos 28 años después, “deduje” que me apetecía regresar a Calpe, ese pueblecito de la Costa Blanca al que llegaba después de dejar atrás la infinita Benidorm y en el que pasé todos los veranos de mi infancia… quemándome en la playa, persiguiendo cangrejos y “dejándome” tragar por las olas que eran, por aquel entonces, bastante más altas que yo.
Y es que, en esta escapada, no imaginaba que iba a descubrir un Calpe tan lleno de cosas para mí. Unas por desconocidas y otras porque sólo las conservaba fugazmente en mis recuerdos.
Para todos aquellos que no lo conocen y para otros que, como yo, lo conocimos en la infancia y Calpe sólo era playa y su Peñón, decirte que hay muchas cosas que ver en Calpe y merece la pena que descubras todo esto…
Alojamiento en Calpe
A pesar de haber sufrido el boom turístico y la explosión inmobiliaria, en Calpe conviven una gran variedad de arquitecturas, junto con su esencia e historia. Así que, si tienes pensado venir por aquí, te recomiendo que te alojes en alguno de los variopintos apartamentos de Calpe: Bien en su coqueto casco histórico -el apartamento Borumbot 26, con su piscina y terracita con vistas, puede ser una muy buena opción-; bien en primera línea de playa, como es el caso de los cómodos y estratégicamente bien situados Apartamentos Vista Bella.
Otra opción, si quieres darte un lujazo, es alojarte en una de las flamantes villas que hay por los alrededores, como la Oceanic Mascaret 23. Algún día nos daremos un caprichín. 😉
Qué ver en Calpe
El Peñón de Ifach
Por supuesto tenía que empezar con el omnipresente e icónico Peñón de Ifach, se le vé desde cualquier punto del pueblo y es la joya de Calpe. Con su silueta achaparrada es fácil encariñarse con él. Mis padres subieron un par de veces a la cima, pero yo -por ser muy peque- me quedé sin verlo de cerca.
En esta escapada tenía la ilusión de cumplir ese sueño pero tampoco pudo ser, subimos un primer tramo de la ruta, hasta el túnel, y allí nos encontramos que estaba cerrado por obras y sin fecha de apertura. 🙁
Sin embargo, las vistas hasta ese punto fueron un bálsamo de ilusión, ¡vaya panorámicas de Calpe y de todos sus encantos! No dudes en subir este tramo, podrás guardar en la retina capturas como éstas:
A día de hoy, ya se puede ascender hasta sus 332 metros de altura. 😀 Eso sí, desde diciembre de 2020, el aforo diario para realizar la ruta de senderismo que llega hasta la cumbre del Peñón d’Ifach está limitado a 300 personas por lo que es necesario realizar una reserva con, al menos, un día de antelación. En este enlace tienes toda la info así como el link para solicitar la cita previa vía telemática.
La Pobla D’ Ifach
Si a día de hoy, el Peñón de Ifach de por sí cuenta con un encanto casi personificado, la Pobla D’Ifach, a sus pies, lo atestigua en el tiempo.
Atravesando la puerta de entrada al Parque Natural de Ifach, subimos por un camino que conduce a la oficina de información y pocos metros antes de llegar, nos encontramos con este yacimiento arqueológico. ¡Qué chulada! Y no hablamos de cuatro piedras desempolvadas, la Pobla D’Ifach fue un recinto amurallado -que está en proceso de recuperación- impulsado por el almirante Roger de Llúria allá por el siglo XIII.
Actualmente, es un yacimiento único dentro de la Comunidad Valenciana y sorpresa muy interesante para cualquier visitante del Peñón de Ifach. Aquí te dejo unas muestras para tu curiosidad. 😉
La Cala del Racó
Después de visitar el Peñón de Ifach y empaparnos de historia con la Pobla D’Ifach, decidimos bajar a esta “calita” que ya habíamos avistado en nuestro ascenso al Peñón. Se accede a ella atravesando todo el puerto poco después de dejar atrás la puerta del Real Club Naútico y justo allí, al final, se encuentra este pequeño oasis. Desde arriba se la veía de piedras hiperblancas y poco concurrida, así es, cuenta además con un chiringuito perfecto para tomarte algo fresquito después de toda la mañana, sólo les diría que la música y el volumen no es a gusto de todos,
…pero esta cala de aguas cristalinas merece la pena y sino, mira:
Paseo ecológico Príncipe de Asturias
Desde la Cala del Racó parte este agradable paseo peatonal rodeando la base del Peñón de Ifach.
Desde aquí y a lo largo de todo el paseo -que puede durar unos treinta minutos- tenemos unas vistas insólitas de las paredes arriscadas del Peñón y de todas las gaviotas que revolotean y conviven en él, así como de toda la amplitud del mediterráneo en sus tonos de azul más engalanados.
Las fotos… antes y después. Cuando estes en medio del paseo y mires hacia arriba, te quedarás con la boca abierta ante el imponente peñón y sus juguetonas gaviotas y cuando te recuperes y mires hacia el mar, se te llenarán los ojos atrapados por el azul.
Muralla Roja
Desde 1973, Calpe cuenta con un icono arquitectónico muy famosete -demasiado para quien vive en él-. Se trata del original edificio residencial que el arquitecto Ricardo Bofill levantó en la ciudad alicantina. La conocida popularmente como Muralla Roja.
Una vistosa armonía de azules, rojos de diferente intensidad y rosáceos enmarcada en verde que no pasa desapercibida, nada desapercibida. Y menos aún después de que las redes sociales y los “influencers” la hayan enseñado a medio mundo…
Una maravilla arquitectónica que alegra la vista pero que preferimos disfrutar desde lejos para no molestar a los vecinos que lo habitan. Eso sí, si la quieres vivir desde dentro, siempre puedes alquilar alguno de los apartamentitos que hay disponibles en la Muralla Roja. 😀
La lonja y sus restaurantes
Y ahora toca… ¡la hora de comer! Qué mejor que disfrutar de pescadito fresco y marisco de inmejorable calidad junto a la lonja. En esta zona del puerto tenemos unos cuantos restaurantes que exhiben unas bandejas impresionantes de pescaítos fritos y mariscos del día, nosotras optamos por quedarnos en el Restaurante Andalucía.
Como no podía ser de otra forma, el metre es andaluz y el trato de todo el personal, muy cálido y agradable. Qué contenta me puse cuando ví esto. 🙂
Las Salinas
Tras descansar un rato, cogimos el coche y emprendimos el camino hacia el centro del pueblo. En la Avenida de los Ejércitos Españoles nos encontramos con las Salinas y por supuesto paramos para verlas, además es fácil aparcar en esa zona, así que dejamos el cochecito y fuimos paseando. Lo sorprendente de este espacio natural es, que se encuentra en medio de la zona urbana y que es de un alto valor ecológico por las especies de aves que podemos encontrar en él. Nosotras no vimos los rosados flamencos pero sí que tuvimos unas bonitas vistas de esta zona de Calpe.
Continuamos caminando para encontrarnos con la playa del arenal y descubrimos, la que para mí, es la mejor opción para recorrer esta zona de Calpe, tanto las salinas como el paseo ecológico y tener unas vistas diferentes del Peñón de Ifach. ¿Has probado un segway alguna vez? ¿Te apetece una bici o probar un mini chopper para los más peques? Desde hace ya unos años las empresas locales en Calpe, como Sadesgo, están comprometidas con su naturaleza y su entorno. Así que, yo, en nuestra próxima visita, volveré a dejar el coche aparcado. 😉
Si dispones de más tiempo es recomendable acceder a ellas por las pasarelas que se han construído al otro lado de la carretera donde es más probable encontrarse con algún flamenco. 😉
Torre Molí del Morelló
Una cosa muy buena de Calpe es que casi todo está bastante cerca y no sólo para los que van en coche. Unos metros más adelante de las Salinas y casi entrando en la playa, nos encontramos con la Torre Molí del Morelló. Esta torre era un antiguo molino de viento del siglo XIX.
Los Baños de la Reina
Junto a la Torre Molí y metidos en la playa, nos encontramos con el yacimiento romano de los Baños de la Reina. Puedes darte un baño refrescante en estas antiguas ruinas romanas que eran una piscifactoría. Ahora sirven como una especie de piscinas donde los papás bañan a los peques y eso no le quita el encanto. Sus aguas son cristalinas y con el Peñón de fondo son objeto de relax y fotos estupendas 🙂
Termas romanas
Junto a los Baños de la Reina, están las Termas Romanas, otro yacimiento digno de reconocimiento. ¿No te parece una pasada estar tomando el sol junto a la historia del mundo sin salir de vuestro pueblo? A mí me pareció increíble, este es uno de los enclaves que recordaba vagamente y que no sabía lo que significaba :). A mí sí que me bañaron por aquí, entre las piedras jugaba y todo eso…
… pero nunca me fijé en sus detalles…
Además, este rinconcito es el que tiene la única playa accesible de todo Calpe y con muy buenas instalaciones.
Forat de la Mar y Arrabal
Después de respirar el olor del mar y sentir un poquito el calor de la playa, era la hora de subir al casco histórico de Calpe y conocer la Forat de la Mar. Un paso urbano que, en sus días, servía de punto de unión a los pescadores cuando decidían hacerse a la mar o quedarse en tierra. La Forat de Mar es un callejón que da acceso a todo el casco histórico y que se conserva con mucho encanto.
Una vez que subes sus escaleras, ante ti se abre un Calpe diferente, su esencia y su carisma se descubren entre las callejuelas del Arrabal. Con las indicaciones de ruta de interés te sorprenderá un Calpe de aúpa, no es para verlo en un día…
Por eso, te lo contaremos en otro post. 🙂
Llavador de la Font
Como ya se nos hizo muy muy tarde, era hora de irnos a casita, no sin antes hacer un pequeño recorrido de memorándum. Al salir por la entrada norte, ¡nos encontramos con este detalle de la historia! El Llavador de la Font, donde se vendían cántaros de agua para beber y lavar, hasta que en 1963 comenzó el reparto a domicilio. ¡Alucinante! Jamás he visto un recaudo de historia de este tipo, y lo puedes visitar. Toda una curiosidad para los adeptos. 🙂
Y con esto salimos de Calpe a las mil, pero supercontentas, en especial yo misma, que ya lo echaba de menos. 😉
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Muy buen resumen, muy buen articulo