Un laguito, una cabaña de madera, un entorno natural de ensueño,... Os presentamos El Bosque Finlandés, un pedacito de belleza escandinava en Madrid
El Bosque Finlandés está situado en el privilegiado entorno de la madrileña localidad de Rascafría, una de las zonas de mayor belleza de todo el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
Desde el momento que nos hicimos eco de su singularidad, supimos que más pronto que tarde, El Bosque Finlandés sería el protagonista de una de nuestras escapadas de fin de semana. Y así ha sido, este pasado sábado, nos pusimos en la carretera y fuimos a ver qué tal le habían sentado las últimas nieves que habían caído. 😉
Alojamiento en Rascafría
La localidad madrileña de Rascafría tiene tantas posibilidades naturales que hacer noche en ella es una opción a considerar. Las habitaciones de El Barondillo, además de ser económicas y estar muy bien valoradas, ofrecen unas vistas fabulosas a las montañas.
Y dicho esto… ¡Vámonos de excursión! 😉
Cómo llegar al Bosque Finlandés
El punto más cercano para dejar el coche es el amplio parking del Monasterio de El Paular, apenas a dos kilómetros de Rascafría.
Este icono católico, cuyo nombre completo es El Real Monasterio de Nuestra Señora de Santa María de El Paular es, sin duda, la joya arquitectónica más importante del Valle Alto del Lozoya. Fundado en 1390, hoy día, este templo religioso alberga una exposición permanente de 52 pinturas del barroco del S. XVII y puede visitarse todos los días de la semana a excepción del jueves, que cierra. El precio de la entrada son 5 euros.
Con el coche bien aparcado, debes dirigirte hasta el Puente del Perdón, al otro lado de la carretera, en cuyo comienzo se encuentra el Centro de Visitantes Valle de El Paular.
Como dato curioso, el Puente del Perdón fue construido en el S. XVIII para facilitar el paso de los monjes desde el monasterio hasta el Molino de Papel de Los Batanes, papel que, entre otros usos, sirvió en 1605 para imprimir la primera parte del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha. 😉
Poco antes de terminar de cruzar el puente, verás una verja de hierro a la izquierda que da acceso al Camino Natural Valle del Lozoya.
No hay ninguna señalización en sí que indique cómo llegar al Bosque Finlandés, tan sólo deberás recorrer el bonito camino que se inicia aquí, hasta visualizar, a vuestra izquierda, una caseta de madera. Apenas te llevará unos cinco minutitos.
¡Enhorabuena!¡Has llegado!
Descubrimos El Bosque Finlandés
El enclave era idílico… Una cabañita de madera, un precioso lago helado con su pequeño embarcadero y un frondoso bosque abrazándolo todo. De auténtico ¡cuento de hadas!
Aunque su nombre real es Bosque El Potario, no es de extrañar que este rinconcito sea popularmente conocido como El Bosque Finlandés. Si nos hubieran traído hasta aquí con los ojos cerrados y nos hubieran dicho que estamos en Laponia Finlandesa nos lo hubiéramos creído fijo, máxime teniendo en cuenta que hace apenas tres semanas que hemos regresado de allí. 😉
El lugar es el vivo reflejo de la mayúscula belleza natural de Escandinavia, por no faltarle, no le falta de nada, ¡sauna incluida! Sí, habéis leído bien, aunque actualmente está en desuso, la coqueta cabañita, fue en su día una sauna donde los lugareños se relajaban y cuidaban la salud. Nos los estábamos imaginando años atrás, un ratito en la sauna y, como contraste, un bañito en el lago y… ¡Pilas cargadas para todo el día! 😛
Anduvimos por los alrededores un buen rato, queríamos disfrutar e inmortalizar el excepcional paraje desde todos los ángulos.
¡La nieve le quedaba de lujo!
Había zonas que contrastaban con el paisaje general, por el intenso verde de las hojas perennes de sus árboles. Unas hojas sobre las que apenas descansaba algún copo de nieve despistado.
Nos acercamos hasta el embarcadero una vez más para contemplar el lago más de cerca. Intentamos imaginar este lugar con toda la fuerza primaveral, o en otoño, cuando los tonos rojizos y narajas llegan y lo cubren todo…
Prometemos regresar para enseñártelo. 😉
Desandamos nuestros pasos despacito, como si no quisiéramos abandonar el lugar. De repente, la voz de unos niños nos hizo detedenernos. Una familia al completo jugaba con su trineo, estaban decidiendo quién montaba en él y quién arrastraba, una escena divertida e inocente, que nos hizo esbozar nuestra más tierna sonrisa. 🙂
Nuevamente en el Puente del Perdón, nos encontramos con dos ovejitas negras. Nunca antes las habíamos visto, por lo que no desperdiciamos la ocasión de hacerles un retrato invernal. 😉
Nos dirigimos al coche con la idea de regresar a casa, pero, a nuestro paso por Rascafría, nos llamó la atención el restaurante Caldea… Y eran las dos de la tarde… ¿Te imaginas lo que pasó? Efectivamente, dejamos el coche en un hueco que encontramos por pura casualidad y nos fuimos a picar algo. Eso sí, la mitad de las cañas, ¡sin alcohol! 😉
Nos hubiera gustado quedarnos a comer allí pero estaba todo reservado, así que nada, cuando volvamos ya probaremos su gastronomía. Como cuiden tanto sus platos como los detalles de la decoración, ¡nos hacemos fans de este lugar fijo!
Te dejamos con un breve resumen de nuestro paso por este increíble rinconcito de ¡Rascafría!
Buenas noches.
Estoy pensando en ir con un grupo de amigos al bosque de Rascafría, pero queríamos saber cómo podemos ir en transporte público y si es posible.
Gracias.
Os: muy detallado el blog y así dan más ganas de ir a visitarlo
Hola Esther,
Sí, desde Madrid hay un autobús que sale de Plaza de Castilla y llega hasta Rascafría. Concretamente, la Línea 194. Te dejamos el enlace para que tengas más info https://www.rascafria.eu/Horarios_Autobuses.html
Esperamos haberte ayudado,
Muchas gracias por habernos contactado y por tus amables palabras sobre el blog!
Un abrazote,
Eli y Mar