No podemos cambiar el pasado pero tampoco debemos olvidarlo. La ruta del Frente del Agua recorre una de las zonas más activas durante la Guerra Civil
Nos hicimos eco de la ruta de senderismo Frente del Agua por las redes sociales. La empresa Sedella Naturaleza ofrecía visitas guiadas gratuitas los fines de semana hasta finales de octubre (hablamos de 2017) aprovechando las Jornadas Europeas del Patrimonio. Nos parecía una ruta muy interesante por lo que, sin pensárnoslo dos veces, nos registramos y solicitamos un par de plazas.
Sin duda, ésta era una oportunidad única, aún así, el Frente del Agua es un sendero que se puede realizar en cualquier momento, bien por tu cuenta -sólo hay que seguir las marcas moradas-, bien de manera guiada -5 € adultos y 3 € los niños-. ¿Qué formato elegir? Pues dado que es una ruta con una dilatada historia y no menos anécdotas detrás, sinceramente, creemos que merece la pena contratar un guía. En nuestra opinión, el precio es más que razonable.
Y ¿cuál es la “puerta” de acceso? ¿dónde da comienzo? En el pueblo de Paredes de Buitrago, en la Sierra Norte de Madrid. Este pequeño municipio madrileño, perteneciente al Ayuntamiento de Puentes Viejas, fue uno de los lugares más duramente castigados durante la Guerra Civil Española. Precisamente por ello, el punto de encuentro elegido es, precisamente, el Centro de Visitantes de Paredes. No tiene pérdida, está al ladito de la iglesia.
Alojamiento en Paredes de Buitrago y alrededores
Paredes de Buitrago, así como cualquiera de sus localidades vecinas, ofrece el marco rural perfecto para una escapadita de fin de semana.
Si te apetece quedarte en el propio Paredes, las acogedoras casas rurales de El Bulin de Paredes son una estupenda opción.
Si prefieres alojarte por los alrededores, algunas de las mejores opciones por el encanto del alojamiento y la relación calidad/precio son:
- El Hotel Rural La Beltraneja de la preciosa Buitrago de Lozoya
- La Posada de Serrada, en el precioso pueblecito de Serrada de la Fuente
- La Hospedería El Arco, en Villavieja del Lozoya, o
- Los coquetos apartamentos El Horno de Montejo. Éste, además, tiene la ubicación idónea para visitar la joya natural madrileña de El Hayedo de Montejo. 😉
Ruta Frente del Agua
La ruta del Frente del Agua es una ruta de senderismo circular de 12 km muy sencilla y cómoda. 🙂 Tan sólo hay un par de pequeños tramos que presentan una ligera pendiente. El resto, transcurre en llano, a ratos bosque a través, a ratos pista forestal. Eso sí, agua y algo de picar, ¡que no falte! 😉
Su recorrido muestra gran parte del entramado defensivo militar que mantuvo a un país en guerra entre los años 1936 y 1939. 🙁
En cuanto a la duración, nos llevó casi 4 horas. También es verdad que hicimos un descanso de unos 25 minutos e íbamos a paso muy relajado y con continuas paradas en los puntos clave para atender la correspondiente explicacion. Imaginamos que por libre, el tiempo será considerablemente menor; calculamos que no llegará ni a las 3 horas y media.
Si bien la ruta debía dar comienzo a las 10:30, lo cierto es que no echamos a andar hasta las 11:00 horas. Entre algunos rezagados entre los que nos incluimos y el momento registro, la cosa se retrasó un pelín. Esta situación no debe ser la primera ni la última vez que se da, de lo contrario no estaría advertida en un cartel… 😛
Comenzamos…
El primer tramo del Frente del Agua transcurre por un camino que sale justo detrás del Centro de Visitantes y que permite capturar unas fabulosas panorámicas tanto de Paredes de Buitrago como de la Presa de Puentes Viejas, uno de los principales embalses que abastece de agua a la Comunidad de Madrid.
Tras cruzar la carretera que nos había traído hasta Paredes, nos adentramos en el bosque. En este punto, Jaime y Francisco Javier -nuestros guías- nos aconsejaron recoger cualquier resto de munición u objeto bélico que halláramos para poder ponerlo a buen recaudo en la urna que había en el Centro de Visitantes. Vamos, básicamente, que no nos lo llevásemos a casa… Aunque muy en contadas ocasiones, sí se han dado casos que alguien se ha encontrado algo, se lo ha llevado y ha sufrido un accidente… ¡Nosotras íbamos a ser muy muy obedientes!
Bando republicano
Apenas llevábamos unos minutos por el bosque cuando llegamos al primer punto de interés: Posición Loma Quemada 1. Acabábamos de llegar a un nido de ametralladora del bando republicano.
Nunca antes habíamos visto ninguno -salvo en las pelis- y nos impresionó mucho. No por tenerlo delante, sino por imaginar ese mismo lugar en plena contienda bélica… 🙁
Jaime nos explicó que este nido era de ametralladora. ¿Cómo lo distinguía? Pues porque en la base tenía construido un escalón que precisamente servía de apoyo para ese tipo de arma. Los nidos de fusiles tenían, en su lugar, una pequeña rampa para que el soldado pudiera permanecer tumbado.
Este punto estratégico tenía la función de defender las aguas del Río Lozoya y del embalse de Puentes Viejas de las aproximaciones del bando nacional. La frondosidad que ahora vemos no era tal en los años 30, apenas alguna encina que no llegaba al metro de altura -de ahí el nombre de la zona (loma quemada)-, por lo que era sencillo vigilar e impedir que ningún nacional se acercase a menos de 30 metros del cauce del río…
Es en estos momentos cuando entra en valor realizar este tipo de rutas con un guía especializado. Te ayuda a ponerte en situación y a concebir con mayor detalle cómo debía ser el escenario años atrás.
Continuamos la ruta localizando a nuestro paso tres nidos más. Posición Loma Quemada 2, 4 y 5.
La posición 2 nos presentó una construcción de mayor complejidad que la ubicada en la Posición 1.
Para este observatorio habían utilizado ladrillos y hormigón y un refuerzo de vigas al que habían super puesto hormigón en masa reforzado con restos de piezas metálicas. Y todo ello, mientras el enemigo estaba atacando… 😮
La Posición 4 del frente republicano nos sorprendió con un nido multi ametralladora. 😮
Ante nuestra persona teníamos nada menos que una construcción con seis troneras para ametralladoras y 4 para fusiles. Sin palabras… ¡Cuánta barbarie sin sentido tuvo que vivirse en esos años…! Ojalá todo esto no hubiera sucedido nunca y, por supuesto, jamás se repita… 🙁
Este búnker, de forma semicircular y parcialmente reconstruido tras el deterioro por los diferentes saqueos en busca de hierro, tenía en su base un pasillo para almacenar la munición.
Las excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo han permitido determinar que las armas utilizadas no sólo eran procedentes de España, sino también importadas de países como Alemania, Austria, Francia, México y Estados Unidos.
La última posición de Loma Quemada nos mostró algo así como el nido ejemplo del bando republicano. Cumplía todas las características.
Estructura semisubterránea de planta circular con entrada en codo, dos troneras para disparar en su interior y una cubierta de hormigón. Ver sin ser vistos y cuanto más mimetizados con el entorno natural mejor para asegurar la supervivencia.
Un descanso en la Línea Frente
Después de tanto fuerte defensivo y vocabulario bélico, fue de agradecer el descanso que realizamos justo en la Línea Frente, la línea que dividía ambos territorios enemigos.
Unos minutos que aprovechamos para comer algo y descubrir el arte que tienen las ardillitas para deborar las piñas y comerse los piñones. 🙂
Bando nacional
Las posiciones del ejército franquista estaban en la zona conocida como El Pinar. Tras ver dos de sus búnquers, apreciamos la diferencia en la tipología de la construcción que ya nos había mencionado Jaime unos metros atrás. Los refugios del bando franquista tenían una sóla ventana para disparar -en lugar de las dos que solían tener los republicanos -, se construían siempre en la superficie y tenían muy poca altura -los soldados tenían que permanecer sentados-.
En las paredes internas de uno de ellos -Posición El Pinar 2- observamos unos dibujos con las siluetas de un hombre y una mujer.
Unos sencillos trazos que demuestran que nos hicieron tragar saliva. Malos buenos, rojos, azules, de izquierdas, de derechas,… ¡Humanos! Personas con sentimientos y familias a las que, por encima de todo, seguro echaban muchísimo de menos…
Tras abandonar el bosque, nuevamente en la pista forestal, llegamos hasta uno de los Puestos de Mando del frente nacional.
Su posición no era casual. El refugio estaba casi al final de El Pinar y al ladito de la carretera. Si había que huir, lo tenían muy muy fácil… Sí, como estarás imaginando, esta construcción mucho más segura, era para militares de mayor rango.
En el dintel de la puerta estaba grabada la fecha en la que fue construido, 17-09-1938. En los marcos, dos palabras ARRIBA ESPAÑA.
Regresamos…
El resto de la ruta -algo más de 2 kilómetros- no tuvo apenas paradas. Tan sólo nos detuvimos frente a la Posición Peñas Bajas 3, donde se localizaba un refugio subterráneo de las tropas franquistas que en su día sirvió como almacén de víveres y munición así como para protegerse de los ataques de la aviación.
Casi a las 3 de la tarde entramos de nuevo en Paredes de Buitrago. Como colofón, Sedella Naturaleza nos enseñó la Antigua Fragua de 150 años de antigüedad que hasta hace bien poquito estaba impracticable.
La ruta había llegado a su fin. Estábamos algo agotadas y con centenares de pensamientos merodeando en nuestras cabecitas. ¿Por qué tuvo que existir esta guerra? ¿Realmente fue necesario? ¿Hemos aprendido algo de todo aquello? Probablemente no. O, por lo menos, no lo suficiente. Esta es una de las razones por las que consideramos que este tipo de rutas son necesarias, vitales. Una herramienta para que jamas olvidemos que una guerra no es una trivialidad y que, en ella, todo el mundo, independientemente del bando que sea, pierde.