Windobona. Experimentamos la increíble sensación ¡de volar!

Tenemos que reconocerlo, nos chifla experimentar sensaciones nuevas y, si además permiten descargar adrenalina, con mayor razón. Es precisamente esta búsqueda de aventura y nuevas emociones la que nos llevó a querer experimentar la sensación de volar en Windobona Indoor Skydiving Madrid, el primer túnel de viento vertical de Madrid capital.

Supimos de su existencia por las redes sociales y, nada más conocerlo, no tardamos ni cinco minutos en contactar con ellos para apuntarnos a uno de sus vuelos. Además, nos pillaba muy cerquita de casa, al ladito del Centro Comercial Isla Azul.

Windobona ofrece varios tipos de packs para todos los gustos, en nuestro caso, elegimos el pack “Alas para dos”, que incluye dos vuelos de 1 minuto de duración por persona, un instructor personal, equipamiento completo y formación previa donde te dan algunas instrucciones básicas de seguridad. Aproximadamente, una hora y media de diversión y emoción. ¿El precio? 90€

Windobona Madrid abrió sus puertas hace muy poquito, el pasado 1 de noviembre, en un flamante y elegante edificio de tres plantas y 2000 m2, en el que tienen cabida un bar-cafetería con una grada para admirar la destreza de los maestros voladores en el túnel de viento, salas de formación y multiusos para reuniones y eventos y zonas de uso exclusivo para paracaidistas expertos.

Todo un espacio dedicado al paracaidismo de interior en el que han querido cuidar al público no profesional, ofreciéndoles, por ejemplo, sus propios vestuarios. 🙂

Y es que, el paracaidismo de interior, ha dejado de ser esa mera herramienta de perfeccionamiento técnico de paracaidistas profesionales, para convertirse, a día de hoy, en todo un deporte oficial que cada vez llama la atención de un público más amplio, un hecho que el equipo de Windobona, con Paloma Granero al frente, ha sabido detectar muy bien y que ella misma nos explica así:

Windobona y el sueño de volar

Nada más llegar a las nuevísimas instalaciones de Windobona nos dirigimos a recepción, donde una majísima Elísabet nos contó algunos detalles sobre el túnel de viento.

Windobona Madrid ha utilizado las últimas innovaciones en túneles de viento verticales del mercado, nada menos que la tecnología ISG (Indoor Skydiving Germany), empresa que si por algo se caracteriza es por proporcionar el mejor aislamiento acústico y la mayor calidad del aire y eficiencia energética. De hecho, el túnel de viento vertical de Windobona Madrid es el único que cuenta con climatización y con dos cámaras de despresurización que garantizan la ausencia total de turbulencias.

Estábamos deseando probarlo!! 🙂

Minutos después, la que iba a ser nuestra instructora de vuelo, nos facilitó el kit completo de vuelo: Mono, taponcitos para los oídos, casco y gafas. 🙂

Antes de “echarnos a volar”, nuestra instructora nos dio un cursillo básico donde aprendimos la postura que debíamos adoptar durante el vuelo y algunas señalizaciones básicas para que pudiéramos comunicarnos con ella en el interior del túnel, y, lo más importante, nos aconsejó que estuviéramos relajadas, sin tensiones, para que pudiéramos sentir cómo el aire envolvía todo nuestro cuerpo. 🙂

El momento había llegado. Teníamos los nervios a flor de piel, al fin y al cabo, era nuestra primera vez y no podíamos evitar tener mariposillas en el estómago … 😉

Tras nuestro primer vuelo de 1 minuto estábamos emocionadas. Como es normal, dada nuestra inexperiencia absoluta, el nerviosismo nos había llevado a cometer algunos errores y a estar algo torpes, pero, aún así, habíamos conseguido elevarnos y mantenernos en el aire algunos segundos. Como podéis imaginar, el minuto de vuelo se nos había hecho cortísimo, estábamos deseando volver a entrar, teníamos ganas de más! 🙂

Durante el segundo vuelo, estábamos un poquito más relajadas, sentíamos nuestro cuerpo más ligero, apreciando como la fuerte ráfaga de viento nos sujetaba y elevaba, habíamos conseguido volar a casi tres metros de altura … Qué pasada!! Si esta sensación es la que se experimenta en un espacio controlado, no queremos ni imaginar lo que debe sentir un paracaidista cuando se lanza al vacío desde 4000 metros de altura … Algún día quizás os lo contemos!

Para nosotras fue un auténtico logro y demostraba abiertamente que para esta actividad no hace falta tener experiencia alguna ni preparación física especial. Inclusive, si sufrís de vértigo o tenéis miedo a las alturas y pensáis que puede ser peligroso, en absoluto.

En el interior del túnel de viento siempre estuvimos acompañadas de nuestra instructora que nos ayudaba a estabilizarnos y corregía nuestra postura gracias a las señales que nos hacía con los dedos. Una verdadera profesional que nos permitió cumplir el sueño de volar!! 🙂

La experiencia había sido un verdadero chute de adrenalina y nos lo habíamos pasado pipa. Ver como tu acompañante hace filigranas en el aire intentando mantener el equilibrio es tan divertido como intentarlo uno mismo. Inclusive varias horas después de la actividad, no podíamos dejar de reir recordando cada momento de la aventura.

Nos vino de lujo para generar endorfinas y liberar todo el estrés que pudiéramos tener acumulado de la semana.

Después de haberla probado, es una actividad que recomendamos a todo el mundo, inclusive a las personas con movilidad reducida. El edificio es 100% accesible y los instructores reciben una formación muy específica para ayudar a las personas con discapacidad que quieran experimentar la increíble sensación de volar. 

Sin duda alguna, una experiencia perfecta para compartir con la familia – niños a partir de 4 años -, los amigos o los compis de trabajo que además es beneficiosa para la salud, ya que la postura que adoptamos hace que se muevan todos los músculos de nuestro cuerpo. ¿Qué más se puede pedir? ¿Te apuntas?