Recorremos la ruta de senderismo Usos y Oficios Tradicionales de La Cabrera. Una mirada atrás para conocer más detalles sobre el estilo de vida de esta comarca de la Sierra Norte de Madrid
Desconocemos la cantidad de veces que hemos pasado por la autovía A1. Lo que sí tenemos claro es que siempre que alcanzamos los alrededores del kilómetro 60, nos quedamos embobadas mirándola a ella. A la Sierra de La Cabrera.
La Sierra de La Cabrera es una mini cordillera granítica de abruptas y escarpadas paredes. Pertenece a la Sierra Norte de Madrid y es una verdadera joyita para los amantes del montañismo y la escalada. Por supuesto, también tiene habilitada una generosa red de senderos para recorrer sus cuatro kilómetros de extensión.
Siempre que la tenemos delante decimos…
Y es que, teniéndola tan cerquita de casa, es un delito no conocerla… 😉
Por eso, este pasado finde, nos pusimos al volante por la A1. Pero esta vez no la veríamos de pasada. En esta ocasión, la protagonista de nuestra escapadita sería, precisamente, la Sierra de La Cabrera.
¿Y qué ruta elegimos? Pues para la primera toma de contacto, una sencillita. La Ruta 2: Dehesa de Roblellano: Usos y Oficios Tradicionales. Un cómodo recorrido circular de cuatro kilómetros y dos horas de duración, cuyo objetivo es poner en valor los usos tradicionales de esta zona de la Sierra de La Cabrera: La cantería, la ganadería, la leña, el cisco, la minería y el uso medicinal de plantas autóctonas.
Ruta de senderimo Usos y Oficios Tradicionales. La Cabrera
Llegamos al pueblo de La Cabrera -uno de los siete municipios de la comarca- sobre media mañana.
La ruta de senderismo Usos y Oficios Tradicionales parte de esta localidad, concretamente nace del final de la calle Roblehorno. Una calle ancha donde se puede dejar el coche sin problema alguno.
Como referencia, si vienes del Sur, justo cuando te topes con la rotonda en cuya parte izquierda se ve el edificio de la embotelladora de agua Fonsana, toma la salida de la derecha. Esa calle es justo Roblehorno.
Como de costumbre antes de comenzar una ruta, nos detuvimos frente al punto de información para leer más detalles sobre su naturaleza, así como sus principales atractivos y recomendaciones.
Eso sí, esta vez, la cosa estaba complicadilla debido al deterioro del panel informativo… 🙁
La Cantería
Atravesamos un túnel que salvaba la carretera.
Pocos metros después nos encontramos con la primera parada de interés de la senda. La Cantería.
Antaño era muy común trabajar como cantero en esta zona. El granito de la Sierra de La Cabrera simpre ha sido de muy buena calidad , siendo los canteros los encargados de realizar el desbastado y tallado de manera artesanal de la piedra granítica. Un arduo oficio cuyo resultado final era utilizado como base para la construcción de palacios, iglesias y conventos, así como para realizar el revestimiento de carreteras y calles adoquinadas.
La Ganadería
Adivinar cuál sería la siguiente parada estratégica nos fue tremendamente sencillo. Y es que, en nuestro camino, había todo un despliegue vacuno, ternerito incluido.
La escena nos pareció de lo más tierna…
Efectivamente, nos encontrábamos ante uno de los oficios más antiguos de la Sierra de La Cabrera… La Ganadería.
Tiempo atrás, era habitual que todas las familias tuvieran, al menos, un ejemplar de las principales especies de ganado: Vacas, cerdos, cabras y ovejas. Cada uno ejercía su función. La vaca ayudaba en el labrado y producía leche. El cerdo ejercía de principal sustento alimenticio. La cabra daba leche y algún dinerito extra con la venta de los cabritos. La oveja, por su parte, era la suministradora de la tan apreciada lana. Actualmente, el ganado vacuno es el único que puede encontrarse en los municipios de la Sierra de La Cabrera.
Tras sortear a las vaquitas, en un esfuerzo máximo por no interrumpir sus quehaceres diarios, continuamos nuestra marcha. 😉 El camino empezaba a mostrarnos algunos conglomerados de rocas y las primeras encinas.
Una especie arbórea muy común en esta sierra y cuyas bellotitas han servido de alimento a todo el ganado porcino de la comarca.
Las Leñas y El Cisco
Pero la encina no sólo sirvió como manjar del cerdo. Su dura e incorrumpible madera es utilizada, todavía hoy día, en la fabricación de arados, parquets y herramientas, como pilar en obras hidráulicas y, como no, en la producción de combustible vegetal.
Pero la noble encina no es la única prota del oficio Las Leñas de Sierra de La Cabrera. El roble, muy presente por estos lares, también ha ejercido, y ejerce, su importante papel. Eso sí, las características de sus troncos – menos gruesos, más deformables e irregulares – hacen que su madera sea utilizada, no tanto para trabajos de carpintería, sino más bien en la fabricación de vigas, postes de teléfono y traviesas de ferrocarril.
Como curiosidad, en la Comarca de La Cabrera era frecuente la fabricación de El Cisco, un tipo de carbón vegetal que se elaboraba con ramitas finas y cuya finalidad principal era calentar los braseros de los hogares.
Paisajes
La ruta Usos y Oficios Tradicionales de la Sierra de La Cabrera nos estaba pareciendo realmente interesante. Dicen que no hay mejor forma para comprender el presente que echar la mirada atrás y observar nuestro pasado… Y eso era justo lo que estábamos haciendo. 😉
Llegamos a una apertura flaqueda por muros de piedra. La ruta de senderismo Usos y Oficios Tradicionales continuaba al frente.
Sin embargo, antes de continuar, nos desviamos por el camino de la izquierda para contemplar los extensos tapices de encinas que apreciábamos a lo lejos.
Unas dehesas en las que, años atrás, se practicaba el noble oficio del pastoreo.
Desandamos nuestros pasos para continuar por la senda marcada. Los montículos de piedras graníticas y el escarpado camino eran ahora los compañeros de ruta.
La paisajística era fabulosa. Tal y como nos la habíamos imaginado. Con desniveles tamizados de granito salpicados por matorrales y jara. Como no podía ser de otra forma, la imponente cadena montañosa siempre al fondo y atenta, observando cada paso que dábamos.
Su cima más famosa, que no la más alta, es el Pico de la Miel – 1.392 metros -, existiendo una ruta de senderismo para subir hasta ella. Este capítulo llegará, pero más adelante. 😉
En más de una ocasión, tuvimos alguna duda sobre el camino a seguir pues no visualizábamos la marcas que identificaban la senda. Nos dejábamos llevar por la intuición y al final aparecía la marquita. No sobraría alguna señal más… Eso sí, visualizar el trazado ayuda a tomar decisiones. 😉
Volvimos a la planicie. Unos desagelados árboles se superponían a la omnipresente silueta de la montaña madrileña. En primavera u otoño, este paisaje, tiene que lucir espectacular. 🙂
Casi dos horas después, avistamos techados rojizos. De nuevo un túnel para salvar la carretera. Habíamos regresado al municipio de La Cabrera.
Nuestra primera incursión en la Sierra de La Cabrera había llegado a su fin. Breve, sí, pero, sin duda alguna, la primera de muchas escapaditas futuras. 😉
