Castizo y divertido, así es el tour que hicimos en segway por Madrid, una manera de lo más entretenida de conocer la ciudad. ¿Te apuntas?
Hacía tiempo que tenía unas ganas inmensas de montar en segway. Sí sí, esos aparatitos de dos ruedas motorizados con los que la gente se mueve por el centro de las ciudades con una sonrisa de oreja a oreja. 🙂
Me parece una manera de lo más cómoda, rápida, respetuosa con el medio ambiente y por supuesto, divertida, de recorrer los monumentos y sitios más emblemáticos de las ciudades. No me extraña que en los últimos años se haya extendido tanto su uso como paquete turístico. ¡La gente se lo pasa pipa!
En sus diez años de vida, el segway ha sabido meterse muy bien en nuestras vidas, cada día es más habitual ver a estos prácticos vehículos circular por paseos, calles o parques, descubriéndonos a su paso un nuevo concepto de movilidad inteligente y sostenible. Ya no sorprende ver a un grupo de personas dirigirse de aquí para allá montados en este peculiar medio de transporte, nos parece tan común como verlos pedalear en una bici.
Estoy convencida de que pronto llegará su uso particular, los trabajos que se están realizando para conseguir abaratar precios y disminuir el tiempo de carga de la batería darán sus frutos y será algo habitual que estén incluidos en el bono transporte o incluso tengamos uno propio en casa.
Cierto es que algunas veces hay gente que te mira con cierta desaprobación cuando pasas a su lado; es fácil escuchar frasecitas del tipo ” … tienen un peligro con estos cacharros … “, ” … ya no saben lo que inventar …”. En la mayoría de los casos suele ser personas mayores que supongo experimentan algún tipo de miedo o rechazo a lo desconocido, seguro que si lo probaran cambiarían de opinión! jejeje 😉
Por eso, cuando mi familia y amigos dijeron que iban a bajar unos días a vernos, lo tuve claro, la primera actividad que haríamos, como guías improvisadas de mi querida ciudad, iba a ser una ruta en segway por Madrid! Un tour de aproximadamente una hora de duración que les serviría para quedarse prendados con los encantos de la capital.
Para realizar la actividad nos pusimos en contacto con una de las empresas con mayor experiencia en segway de Madrid, Segway Trip, habíamos oído hablar muy bien de ellos, por lo que nos pareció sencillamente perfecto iniciarnos en este nuevo mundo de su mano. Por fin iba a vivir esta increible experiencia en primera persona. 🙂
Disfrutando del Segway en Madrid
A las 11 de la mañana, puntuales a la cita, estábamos en la céntrica Plaza de San Miguel, lugar donde están las oficinas de Segway Trip. ¡¡Mejor ubicación imposible!! 🙂
Mónica, la simpática y majísima guía que nos acompañaría en nuestra aventura, ya había llevado los seis segway hasta la cercana Plazuela del Conde de Miranda, escenario donde aprenderíamos a manejar a nuestros compis de ruta. 🙂
Tras una necesaria y didáctica introducción sobre los conceptos básicos del fácil manejo del segway, cada uno de nosotros fuimos poniendo en práctica lo aprendido.
La primera en probarlo fui yo. Con precaución y cierta timidez me subí a la base de mi segway, eché ligeramente el cuerpo hacia delante y voilà, allí estaba desplazándome por primera vez en segway! Cómo molaba! Hacia atrás, hacia delante … frenando, acelerando, y si quería girar a la derecha o a la izquierda, pues movía el manillar hacia ese lado y listo, qué sencillo era todo.
Fue impresionante, no tardé ni un minuto en acostumbrarme, tras diez minutitos yendo de un lado a otro de la plazuela, la sensación era de haberme transportado en segway toda mi vida. 🙂
Ya estábamos preparados! La fase de entrenamiento había finalizado, todos con ¡matrícula de honor! jejeje. Mónica nos puso en fila india… ¡Madrid, nos esperaba!
El recorrido comenzó por una ligeramente concurrida calle Mesones. Totalmente concentrados íbamos avanzando por el arcén mientras evitábamos rozar los bolardos con el fin de evitar que los segway se desestabilizaran. ¡Mónica nos había advertido sobre ello!
Unos metros después llegó nuestro primer reto … superar a un grupo de turistas extranjeros que atendían con expectación las curiosidades que su guía les contaba sobre el mítico Restaurante Sobrino de Botín, superamos la prueba con nota! Ni atropello ni roce alguno, quedaba demostrado que los segway son vehículos totalmente seguros. 😉
El Restaurante Sobrino de Botín es una parada obligatoria si se quiere conocer la solera gastronomía madrileña y mundial. No en vano, tiene el honor de haber pasado al libro Guinness de los Records como el restaurante más antiguo del mundo -data de 1725- 🙂
Su importancia es tal que Segway Trip tiene un pack llamado Botín Segway Tour que incluye una cena para dos en el restaurante al finalizar la ruta.
Con una sonrisa que denotaba lo bien que nos lo estábamos pasando, y tras dejar atrás el conocido Arco de Cuchilleros, llegamos a otro de los puntos incluidos en la ruta por el centro de Madrid, la emblemática Plaza Mayor. Qué bonita lucía!
Ups, dos turistas chinas embobadas con las fachadas de la plaza…
Mónica nos quería contar algunas curiosidades sobre la madrileña plaza, por lo que nos reunió a todos en círculo y comenzó su magistral intervención. Sabíais que la boca del caballo de Felipe III estaba inicialmente abierta? Estas singularidades nos hicieron percibir la Plaza Mayor de una manera más cálida y cercana. 🙂
¿Os imagináis cuál fue nuestra siguiente parada? Efectivamente, la célebre Puerta del Sol. Fue en este momento cuando más claro tuvimos que ir montado en segway era como ir a pie pero con cierta ayuda motorizada, éramos uno más entre el importante barullo de turistas y controlábamos cada centímetro de suelo y baldosín que recorríamos. 😉
¡Qué majos! ¿Verdad? 🙂
¿Alguien tiene hambre? ¿Os apetecen unos castizos churritos madrileños en la centenaria cafetería San Gines? Os aseguro que son ¡los mejores de Madrid!
Entre risotadas y miradas de complicidad llegamos hasta la Plaza de Ópera -oficialmente, Plaza de Isabel II-.
Allí Mónica nos contó que la acústica del edificio Ópera de Madrid está entre las mejores del mundo, y todo gracias al agua que hay en el subsuelo. No sabéis las ganas que tengo de asistir a uno de sus privilegiados espectáculos… Espero que sea prontito. 😉
La guinda de este original pastel en forma de ruta turística no podía ser otra que la ofrecida por el Señor Palacio Real y su cercana Catedral de la Almudena.
Me encantan los edificios de esta zona de Madrid! Me podría pasar horas observando cada uno de sus detalles, escuchando las historias que las diferentes estatutas me cuentan cada vez que las visito… Sí, lo reconozco, soy madrileña hasta la médula! 😉
Allá vamos chicos, ¡a tope con los segway! 🙂
Nos hicimos decenas de fotos: en grupo, de dos en dos, junto a nuestra guía Mónica,… Le estábamos haciendo un book de lo más completo al Palacio Real, jejeje.
Y dicen que todo lo que empieza, termina… Con el retorno a la Plaza Conde de Miranda se completaba un círculo de diversión y aventura por las calles de Madrid.
Habíamos pasado un rato de lo más agradable y entretenido en el que la profesionalidad y cercanía de los chicos de Segway Trip había quedado más que demostrada. ¡Qué ganas de repetir! Hasta que no probemos todas las rutas que tienen ¡¡no paramos!! 🙂
Segway, has marcado un antes y un después en mi vida. 😉